En el marco del lanzamiento de la campaña «Es tiempo de igualdad», Diane Rodríguez, presidenta de Silueta X, habló sobre la posibilidad de brindar asesoría médica a la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersex (GLBTI) en el tema de «hormonización» en las instalaciones de la asociación, donde se estableció un pequeño punto de salud orientado a estos colectivos.
«La hormonización es un proceso de transición. Lo que se busca es reducir en el organismo la presencia de hormonas masculinas e incrementar las femeninas (o viceversa), ya que todos los seres humanos tenemos de ambas», expresó Rodríguez.
La titular mencionó que el día anterior al lanzamiento de la campaña que la asociación impulsa, se reunió con Patricio Aguirre, asesor de Carina Vance, ministra de Salud Pública (MSP), y con varios delegados de la Coordinación Zonal 8 de Salud (Guayaquil, Durán y Samborondón), para abordar tres temas de interés para esa comunidad: el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la entrega gratuita de preservativos y retrovirales, y que la campaña «Es tiempo de igualdad» pueda satisfacer las necesidades de la población trans.
«Queremos que las compañeras vengan a nuestro centro de salud y compartan sus preocupaciones. Si una de ellas es la hormonización, entonces hablaremos con el personal del MSP para ver qué posibilidades existen para que nos den los insumos necesarios y que cada paciente sea atendido por un médico de nuestro centro, podríamos enfocarnos finalmente en otros problemas de salud», indicó la titular de la organización.
Rodríguez señaló que cuando hablan de este tratamiento hormonal, no se refieren a medicamentos que no se venden en el país, sino a anticonceptivos que usan las mujeres y que son entregados gratuitamente en los centros de salud del país.
El término «hormonización» no es el adecuado, señaló el endocrinólogo Daniel Barrezueta y aclaró que más bien se llama tratamiento de administración de hormonas para feminizar.
«Lo que hace este tipo de terapia es modificar las características sexuales secundarias, esto es senos, caderas y glúteos, que normalmente son producidas por hormonas ováricas», indicó el especialista. Barrezueta explicó que para que haya cambios notables en la fisonomía de un hombre sería necesario extraer los testículos. «Una vez que a la persona se le haya retirado su genitalidad masculina, puede ser inyectada con hormonas femeninas que provocará la aparición de estas características sexuales secundarias y así las hormonas masculinas no podrán contrarrestarla, sea una persona heterosexual u homosexual».
Barrezueta agregó que la administración de hormonas no ayuda a cambiar la voz porque se da por la estructura de la laringe durante la adolescencia y que la parte física solo se modifica por medio de intervenciones quirúrgicas.
El doctor agregó que él no realiza este tipo de tratamiento ni conoce a alguien dentro de la comunidad médica que lo realice, a menos que sea hecho en el exterior.
Rodríguez resaltó que el apoyo o la asesoría del Ministerio de Salud Pública resultarían importantes con respecto a este tema, que es uno de los ejes en los que se centra la campaña lanzada oficialmente en el Museo Nahim Isaías.