La FIFA acordó este viernes endurecer las sanciones contra las actitudes racistas y discriminatorias en el fútbol, con la aprobación de una resolución que obtuvo el respaldo del 99 por ciento de los asistentes al 63 Congreso que se celebra hoy en Isla Mauricio.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, mostró su esperanza en que, con el grupo de trabajo creado recientemente, que preside Jeffrey Webb, y «la severa resolución» contra el racismo aprobada por el Comité Ejecutivo de la FIFA y hoy respaldada por el Congreso se puede «enviar una señal clara a los racistas de que su tiempo se ha terminado».
La resolución obliga a adoptar medidas y sanciones contra el racismo y la discriminación. En el caso de una primera infracción o infracción menor, se aplicarán sanciones que incluyen advertencias, multas o disputa de partidos a puerta cerrada y ante reincidencia o incidentes de gravedad, se aplicará la deducción de puntos, la exclusión de la competición o el descenso de categoría.
La resolución contempla también la suspensión, al menos durante cinco partidos a las personas (jugadores, oficiales, árbitros, etc.) que cometan infracciones de gravedad, suspensión que podrá combinarse con la prohibición de acceso a los estadios.
Blatter, en su discurso ante las 209 asociaciones miembro de la FIFA, indicó que el Congreso que concluirá hoy «es uno de los más importantes para la comunidad del fútbol mientras se va completando proceso de reformas, mejorando la manera de trabajar y fijando las normas más rigurosas para la buena gobernanza en el deporte».
«Hemos pasado por un momento difícil. Ha sido una prueba para el mundo del fútbol y para los que lo dirigen», añadió Blatter.