Los países de la Unión Europea (UE) prorrogaron oficialmente durante un año su régimen de sanciones diplomáticas, financieras y comerciales a Siria, pero añadieron una nueva enmienda que permitirá a los bancos comunitarios abrir cuentas en el país para canalizar fondos para la oposición.
La decisión, aprobada mediante un procedimiento escrito, confirma el acuerdo alcanzado el pasado lunes por los ministros de Exteriores de los Veintisiete para renovar las sanciones, con la excepción del embargo de armas.
El levantamiento de esa medida, gracias a la que los países de la UE podrán suministrar armamento a los rebeldes sirios, se hará efectivo mañana, aunque los Gobiernos europeos se han comprometido a no armar por ahora a la oposición.
El resto de sanciones se mantienen sin cambios, incluidas todas las que afectan directamente al Gobierno de Damasco y que incluyen congelaciones de activos que personalidades del régimen tengan en Europa, prohibiciones para viajar al continente y todo un abanico de restricciones financieras y comerciales, que afectan a sectores como la energía o los transportes.
Los Veintisiete han introducido únicamente una modificación, por la que se permitirá a los bancos europeos la apertura de cuentas bancarias y oficinas en territorio sirio, siempre que se haga con el beneplácito de la coalición opositora.