El gobierno de Cuba autorizó este martes la importación de equipos electrodomésticos como aires acondicionados, cocinas eléctricas, refrigeradores y horno microondas tras levantar una prohibición que regía desde el 2005.
Pueden importar las personas naturales siempre y cuando no sea con carácter comercial y se permitirá el ingreso de dos electrodomésticos por persona, según la resolución publicada el martes en la Gaceta Oficial.
En la lista destacan los «aires acondicionados si su capacidad no excede una tonelada», «las cocinas y hornillas eléctricas cuyo consumo no exceda 1500 watt», «los hornos microondas de cualquier modelo y que su consumo eléctrico no exceda los 2000 watt» además de «ciclomotores con motor eléctrico cuya potencia no sea superior a 100 watt y la velocidad no exceda 50 kilómetros por hora»
La resolución incluye además duchas, freidoras, calentadoras de agua, tostadoras de pan, planchas, todas eléctricas.
Aún con el impuesto que los cubanos deben pagar cuando entran al país con artículos electrodomésticos, comprarlos en el exterior saldrá más barato que adquirirlos en las tiendas de la isla donde los precios son muy altos.
«Los precios de esos productos son descomunales, a nadie le alcanza para comprar algo como eso», afirma María Rosas, de 42 años, en una tienda de electrodomésticos en la céntrica calle Obispo de la capital.
En la tienda están a la venta algunos artículos marca Hamilton Beach, una batidora sencilla vale 69.30 CUC (1 CUC equivale a 1 dólar), una sandwichera de un solo panini vale 94.40 CUC, una pequeña hornilla eléctrica de dos fogones vale 47.15 CUC, un sartén eléctrico vale 75 CUC.
En Cuba existen dos monedas, el peso cubano cotizado a 24 por un dólar, en tanto circula también el llamado CUC que es equivalente al dólar en el cambio en la isla.
Rosas explicó a la AP que gana 300 pesos mensuales (unos 12,5 dólares) como trabajadora en una oficina estatal y lamentó, «ni me diga nada hoy, no tengo el ánimo muy bueno, veo todo eso y me dan ganas de llorar».
En otra tienda capitalina se vende por ejemplo una cocina eléctrica de cuatro fogones con horno a 600 CUC, mientras un refrigerador mediano vale 500 CUC.
La importación de todos esos equipos electrodomésticos se prohibió en el 2005 por ser de alto consumo en un momento en que la isla vivía una crisis energética severa que obligó al entonces presidente Fidel Castro a lanzar una política llamada «Revolución Energética» para buscar cómo reducir el consumo.
La nueva medida se suma a la normativa aprobada a principios de año que dio la posibilidad a los cubanos de importar diversos artículos como alimentos o materiales de ferretería y construcción, en total unos 168 productos.
El presidente Raúl Castro inició una política que llamó de «actualización» del modelo cubano que incluyó una apertura que contempla en particular el impulso al trabajo independiente.