La del sábado fue la última marcha que los amigos y familiares de Karina del Pozo realizaron para exigir justicia por su muerte, ocurrida la madrugada del 20 de febrero pasado y por la cual se inculpa a varios «amigos» de la joven.
Aunque no se descarta que existan nuevos encuentros para manifestar sus exigencias, por ahora se hará un alto a las marchas, a la espera de lo que decida el juez Décimoprimero de Garantías Penales de Pichincha, Raúl Martínez, el próximo martes 28 que se realizará la audiencia preparatoria de juicio para los implicados.
El fiscal Vicente Reinoso pedirá en dicha audiencia que se inicie el juicio, ya que las indagaciones realizadas confirmarían la participación de algunos de los jóvenes, que hoy guardan prisión preventiva hasta que concluyan las investigaciones respectivas.
Según las indagaciones, la noche del 19 de febrero, Karina asistió a una reunión en casa de Juan Pablo V., uno de los implicados; junto a ella estuvieron Cecilia R., Nicolás L., Gustavo S., Geovanny P. y José S.
Al amanecer del miércoles 20, ella y Cecilia R. fueron llevadas por sus amigos a sus domicilios. Cecilia llegó al suyo, pero Karina no volvió a aparecer sino hasta el día 27 de febrero, cuando su cuerpo fue hallado en la quebrada de Llano Chico, en las afueras de la capital.
Exámenes forenses realizados posteriormente confirmaron que fue víctima de una violación y que su muerte habría sido producida por un golpe en la cabeza, el mismo día en que desapareció.
Además, las pruebas de luminiscencia (técnica de emisión de rayos luminosos sin elevar la temperatura, para revelar huellas no visibles al ojo humano) revelaron que también habría muestras del fluido sanguíneo de Karina (que había sido limpiado con licor) en el asiento posterior derecho del vehículo de Gustavo S., uno de los implicados, así como en el dispositivo electrónico para subir la ventana de la puerta del conductor.
Con el mismo licor se habrían lavado las manos ensangrentadas.
Sin embargo, al mismo tiempo que familiares y amigos de Karina del Pozo exigen justicia, hay también grupos relacionados con Cecilia R., la última en verla con vida antes de que desapareciera, que reclaman su libertad, pues afirman que ella no tiene vinculación con su muerte.
Si bien es cierto que Cecilia estuvo con la joven aquella noche, aseguran que ella se quedó en su domicilio y de allí no supo más de Karina. Incluso indican que fue Cecilia quien alertó sobre su desaparición. El juez deberá decidir si la implica en el caso o no.