La soberanía de los países de América Latina y el Caribe «está en riesgo» porque Estados Unidos «controla y monitorea» la «casi totalidad» de sus comunicaciones a través de internet, afirmó el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Para tratar de «mitigar» los efectos de ese «flujo constante de información» es necesario que los países de la región «impulsen su industria del software», afirmó Assange en una videoconferencia trasmitida desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra exiliado desde hace un año, y vista en la Facultad de Sicología de Uruguay.
La charla, organizada por la editorial Trilce con al apoyo de la Universidad de la República, tuvo por finalidad promocionar el libro del periodista australiano de reciente publicación «Criptopunks: La libertad y el futuro de internet».
La infraestructura de internet dirige «gran parte del tráfico» desde y hacia América Latina a través de cables de fibra óptica que «físicamente atraviesan» Estados Unidos, destacó.
Los Gobiernos estadounidenses «no han mostrado escrúpulos» en «transgredir su propia ley» al «interceptar estas líneas para «espiar hasta a sus propios ciudadanos», afirmó.
Destacó también que en Estados Unidos «no existen» las leyes que «impidan espiar a ciudadanos extranjeros».
Assange dijo que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense «recibe y procesa» a diario 1,7 mil millones de comunicaciones y para ello tiene un presupuesto «mayor al del FBI y la CIA juntos».
En ese número «seguramente hay mucha información» de políticos, economista, empresas y personalidades de la región, estimó.
Para el fundador de WikiLeaks, internet «además de dar la mayor posibilidad en toda la historia» para el acceso a la información y la educación «al mismo tiempo facilita el mayor robo de conocimiento humano de todos los tiempos» por parte del «Gobierno de Estados Unidos»
Como forma de enfrentar esa situación, Assange propone que los mensajes a través de internet, incluso hasta los mas sencillos, «puedan transmitirse encriptados aún entre amigos».
Lo que está ocurriendo «con el uso de Google, Facebook y otros es la mayor amenaza a la privacidad, algo que hasta no hace mucho era de ciencia ficción», aseguró el australiano durante la videoconferencia.
Al referirse a su situación personal, Assange dijo que «sigue siendo dura».
El Gobierno británico se niega a concederle un salvoconducto para dejar la embajada de Ecuador en Londres e insiste en que debe extraditarlo a Suecia, donde se le reclama para interrogarle por presuntos delitos sexuales.
El fundador de WikiLeaks, portal que difundió miles de cables diplomáticos confidenciales, especialmente estadounidenses, niega las acusaciones de delitos sexuales y teme ser enviado desde Suecia a Estados Unidos, donde está siendo juzgado el soldado Bradley Manning, quien ya se declaró culpable de filtrar documentos.
Previo a la videoconferencia se presentaron declaraciones del exjuez español Baltazar Garzón, ahora abogado de Assange, quien reclamó «mayor transparencia» de Estados Unidos y que «de a conocer los detalles» de las acusaciones contra su defendido.
Para Garzón, las denuncias de delitos sexuales «solo buscan desacreditar» al fundador de WikiLeaks.
Assange, que es candidato a un escaño en el Senado de Australia en las próximas elecciones generales a celebrarse en septiembre, dijo que de resultar electo eso le ayudará a liberarse de las diversas acusaciones presentadas en su contra.