Al menos ocho personas murieron ayer en el incendio de un taller de confección en Bangladés.
El hecho ocurre dos semanas después del hundimiento de un edificio que albergaba fábricas textiles y que, según un último balance, dejó 1.022 muertos.
El incendio, cuyas causas aún se desconocen, se declaró en la madrugada en la tercera planta de un edificio de once pisos que alberga dos talleres de confección, en el barrio de Darussalam de Dacca, la capital.
Las víctimas murieron por asfixia, atrapadas en una escalera, por el «humo tóxico de la ropa acrílica», dijo el director de bomberos de Bangladés, Mahbubur Rahman.
El propietario de la fábrica de suéteres Tung Hai figura entre las víctimas, pero ningún operario falleció ya que cierra por las noches, según la Policía.