Cada día, la tecnología avanza a pasos agigantados, evoluciona de acuerdo a las necesidades de los seres humanos y genera nuevos elementos e instrumentos de trabajo que faciliten el acceso a múltiples servicios.
En el caso de la banca, las innovaciones tecnológicas y el desarrollo constante de nuevas aplicaciones permiten que, por medio de la telefonía celular, la población acceda a los servicios financieros .
La penetración móvil en Latinoamérica se ha incrementado en los últimos años. La consultora internacional experta en temas de tecnología Gartner estimó que en 2010 había un total de 563 millones de conexiones móviles en la región, de las cuales 200 millones correspondían a Brasil, seguido de México (91 millones) y Argentina (52 millones).
Hasta 2015 se estima que habrá un incremento anual del 65% en el uso de la banca móvil en Latinoamérica, según un informe de Pyramid Research, otra consultora extranjera especializada en análisis económicos.
En la región se calcula que hay alrededor de 18 millones de usuarios de la banca móvil y que la cifra superaría los 140 millones en el mismo año.
Esta tendencia apenas ha comenzado en Ecuador. Tal es el caso del Banco de Guayaquil, que puso a disposición de sus clientes este nuevo servicio, que podrá ser utilizado en dispositivos móviles inteligentes, como teléfonos y tablets con acceso a Internet.
Miguel Vareles, vicepresidente de Banca Transaccional, manifestó que la banca virtual móvil tiene las mismas facilidades que la de Internet para hacer cualquier tipo de transacción, pero acoplada a los teléfonos inteligentes.
Según cifras de la encuesta de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2012 se reportaron 839.705 usuarios de teléfonos inteligentes, un 60% más que en 2011, que fue de 522.640.
Según el documento, en 2012 el 12,2% de las personas que tiene un celular posee un teléfono inteligente, frente al 8,4% registrado en 2011.
De acuerdo con estas cifras, Vareles considera que actualmente debe haber alrededor de un millón de usuarios con este tipo de dispositivos. «Esto es el 15% del total de usuarios de teléfonos celulares en el país», precisó.
Para Guillermo Moreano, vicepresidente de Operaciones y Tecnología del Banco Internacional de Ecuador y presidente del Comité Ejecutivo de Cl@B 2013, «en el futuro el contacto con los clientes será más automatizado y virtualizado. De aquí a 10 años el cheque será un procedimiento obsoleto», puntualizó. «La tecnología es importante para la banca porque son las maquinitas virtuales que permiten generar productos y canales de distribución a los clientes», agregó.
Del mismo modo, Mario Burbano de Lara, gerente general de Mutualista Pichincha, destacó que una de las ventajas de la banca móvil es que «cuando una persona desee hacer una transacción ya no necesita dinero en efectivo o tarjetas de crédito y débito, sino que la puede hacer a través de su celular».
Otra ventaja, dijo, permite que los establecimientos no financieros, gasolineras o farmacias, puedan prestar este tipo de servicios para depositar o retirar dinero como si se tratara de una sucursal bancaria.
Además, agregó que «en el país trabajamos en estos temas, porque reconocemos que el cliente necesita hacer sus transacciones de la manera más simple y fácil. Tenemos que hacer esfuerzos para movernos en esa dirección».
Aseguró que el sistema de claves y verificaciones que utiliza la banca móvil no está basada solo por el celular, sino también en datos adicionales, algunos algoritmos y protecciones que garantizan que, en caso de que el equipo sea robado o hurtado, no pueda accederse fácilmente al servicio de la banca móvil para cometer fraudes.
Si bien es cierto que la banca virtual móvil, que en el país aún está en pañales, ofrece grandes beneficios en el futuro, la banca virtual tradicional tampoco no se queda atrás. Quienes emplean este servicio han asegurado que el ahorro de tiempo es importante.
Alejandra Ramírez, quien utiliza a diario la banca virtual tradicional, indicó que con este servicio no solo ahorra tiempo, sino que también se evita hacer largas filas en las entidades bancarias. «Yo odio hacer cola en los bancos, las pocas veces que voy me demoro media hora, cuando en Internet hago una transferencia en menos de 5 minutos. Para mí, realizar estas actividades por Internet es un gran ahorro de tiempo, porque puedo aprovechar para hacer otras actividades», manifestó.
Otro usuario de este servicio, Pedro Reyes, señaló que aunque el servicio de banca por Internet es útil, esto solo ayudaría a las personas que saben utilizar este tipo de tecnologías. «Esto está bien para la gente que tiene conocimientos sobre el proceso, pero por ejemplo las personas de la tercera edad quedan excluidas de este sistema de banca, ya que no conocen nada de eso y también se corre peligro en el manejo de las claves», indicó.