El Gobierno venezolano aplicó hoy la anunciada militarización del sistema eléctrico de forma simultánea a la entrada en vigor de una emergencia del sector que durará 90 días con el fin de «estabilizar» la red de energía del país.
«Vamos a militarizar, es la palabra, todas estas instalaciones eléctricas que, además, ahora pasan a ser zonas de seguridad para allí resguardar y evitar cualquier tipo de acción de sabotaje», indicó el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, en una comparecencia de prensa.
Señaló que hoy fue publicado, además, el decreto que pone en vigor «el estado de emergencia del sistema y servicio eléctrico» durante 90 días.
«Esto es de gran importancia porque este es el marco que nos permite tomar las medidas indispensables para estabilizar el sistema eléctrico en Venezuela», indicó.
Arreaza indicó que en los últimos días hubo «detenidos, hay trabajadores, algunos gerentes que fueron sustituidos y otros que fueron investigados, una pequeña minoría», por actos de sabotaje a la red eléctrica.
Durante la campaña para las elecciones del pasado 14 de abril, el presidente Nicolás Maduro aseguró en reiteradas oportunidades que había sabotajes del sistema eléctrico, de los que responsabilizó a la oposición, y anunció la militarización que hoy entró en vigor.
«Tenemos que ver en pocos meses los efectos positivos de lo que hoy el presidente Maduro está cumpliendo», señaló Arreaza, al asegurar que serán «implacables» contra los saboteadores, pero también en el cumplimiento «minucioso de los protocolos de mantenimiento y de inversiones» en la red eléctrica.
Por su parte, el ministro venezolano de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, adelantó que en los próximos días arrancará un nueva Gran Misión Eléctrica que contempla «siete vértices» con el fin de fortalecer la red.
Entre ellos, citó el fortalecimiento del sistema, que implica la adopción de las acciones necesarias para estabilizar la generación, transmisión y distribución de la empresa pública Corpoelec. También mencionó el aspecto del ahorro, la generación de fuentes de energía alternativa, la sustitución de importaciones para nutrir al sistema con productos venezolanos y un plan de inversiones que permita proyectar el crecimiento para los próximos 10 o 20 años. Indicó que se definirán «todas las áreas que van a entrar en la zona de seguridad» y se acometerá una transformación del sistema eléctrico.
Chacón también mencionó que buena parte de las pérdidas vienen de los grandes consumidores, afirmando que hay «contratos leoninos» con algunos centros comerciales que son grandes consumidores y tienen acuerdos como clientes residenciales.
En tanto, el jefe del Comando Estratégico de la Fuerza Armada (CEO), Wilmer Barrientos, indicó que los militares participarán activamente en «el control y funcionamiento del sistema y servicio eléctrico».
«Pero no nos vean como si vamos a militarizar para ir a hacer una fuerza arbitraria, no. Somos y estaremos cumpliendo lo que establece la Constitución, allí estaremos cumpliendo nuestra misión de colaborar y contribuir como una fuerza nacional», dijo.
El de la electricidad es uno de los temas de constante controversia en Venezuela, que en febrero de 2010 sufrió una fuerte crisis eléctrica que el Gobierno justificó por una sequía calificada como la peor en 45 años.
En agosto pasado, el fallecido presidente Hugo Chávez reconoció que se mantenían los «graves problemas» en el sistema eléctrico nacional, aunque aseguró que si él no hubiera llegado al poder en su país estaría alumbrándose con faroles y se cocinaría con leña.