«La iniciativa Yasuni ITT marcha bien. En 2012, la recaudación superó el monto previsto, sin embargo existe decepción debido al escaso aporte y adhesión de los países desarrollados. Los países que más contaminan no están cooperando y ni siquiera han firmado Kioto», manifestó Ivonne Baki, secretaria de Estado para la Iniciativa Yasuní –ITT.
La funcionaria acotó que la evaluación de la iniciativa se realiza anualmente, por ello en este proceso que iniciará en junio, esperan concretar nuevos compromisos de promoción y buscar otras formas de financiamiento. Explicó que el Ecuador es un país que depende del petróleo y no se puede suspender de un día para otro los procesos de explotación, sin embargo, está convencida de que es necesario plantear otras alternativas que sustenten la economía del país a largo plazo.
En la evaluación se expondrán los aportes de los países, empresas e instituciones; se analizará cuales son los cambios en la ciudadanía; y se propondrá nuevas iniciativas para mejorar Yasuní ITT. En este sentido Baki indicó que está previsto plantear procesos de investigación científica, y pactar acuerdos con el Ministerio de Talento Humano y con la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología (Senescyt).
Además, explicó que Ecuador propone continuamente acciones en pos de crear un fondo para combatir el cambio climático, como la viabilidad para la iniciativa «Daly Correa», un impuesto a las exportaciones petroleras de los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).
La iniciativa Yasuni ITT espera conseguir en 12 años, 3.600 millones de dólares. Este fondo permitirá que se deje el petróleo del sitio bajo tierra. La funcionaria indicó que las cuentas del fideicomiso están transparentadas en las páginas web de Naciones Unidas y del Yasuní.
«El Yasuní es un santuario de la humanidad que debemos proteger para el mundo, en este sentido a nivel internacional debería entenderse que Ecuador no pide limosna, pide cumplir con un compromiso de corresponsabilidad a gran escala. En los países desarrollados se gastan millones en reforestar, ¿Por qué no se invierte en mantener?», concluyó.