Johana Pesántez, ministra de Justicia, recalcó esta mañana que no existe evidencia de cuerpos que den indicios sobre la supuesta matanza de 30 individuos de una comunidad en aislamiento voluntario, de la que varios medios de prensa, aducen, fue realizada como venganza por parte de indígenas Huaorani (de la amazonía).
El 3 de abril se hallaron los cuerpos lanceados de un cazador (llamado Ompode) y una mujer huaorani (Bogenei) que se sabe, ingresaban de manera constante a territorios de grupos en aislamiento voluntario (Taromenane) .
Hay indicios que apuntan a que este primer hecho fue efectuado por miembros de una comunidad no contactada, que puede ser Taraomenane. Ello se evidencia en las lanzas de chonta (madera muy rígida de color oscuro) las decoraciones (utilizan plumas, signo de que fueron a perpetrar una venganza) entre otros.
De ahí, se supo que hubo una represalia, no obstante, no hay evidencias. Dos niñas, menores de 3 y 6 años están en manos de grupos huaorani en el sector de Yarentaro. Las menores recibieron inmunización y la ministra Pesántez confirmó que su estado de salud es bueno.