La muerte de la periodista boliviana Hanalí Huaycho, quien fue apuñalada por su expareja hace un mes, llevó a las autoridades de ese país a aprobar una ley que condena el feminicidio con una pena de hasta 30 años de cárcel.
Se trata de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, cuyo objetivo, según el decreto es «establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores, con el fin de garantizar a las mujeres una vida digna y el ejercicio pleno de sus derechos para Vivir Bien».
Esta norma fue promulgada al ser Bolivia uno de los países con mayor número de mujeres vulneradas. En 2010 ocurrieron 89 feminicidios, según datos del portal feminicidio.net.
El asesinato «de una mujer por su condición de ser mujer» es un proceso que el gobierno boliviano plantea enfrentar desde las mínimas maneras de ejercer violencia. En el artículo 7 de esta Ley, surge como otro tipo de infracción la `Violencia Mediática´: «Es aquella producida por los medios masivos de comunicación a través de publicaciones, difusión de mensajes e imágenes estereotipadas que promueven la sumisión y/o explotación de mujeres, que la injurian, difaman, discriminan, deshonran, humillan o que atentan contra su dignidad, su nombre y su imagen».
Según el mismo artículo, existen 16 tipos de violencia más que perjudican a la mujer, entre ellas están, Violencia Institucional, Violencia en el espacio político, entre otras.
La socialización de la Ley se expande tanto en zonas urbanas como rurales, creando promotoras comunitarias que realicen tareas de orientación, prevención y detención de casos de violencia. Los gobiernos autónomos deberán amparar este ejercicio.
En Ecuador, El 60,6% de las mujeres ha vivido algún tipo de violencia, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). De ese total, 90% no se ha separado. La mayoría (54,9%) no piensa separarse, otras se separaron por un tiempo y regresaron con su pareja, sufriendo nuevamente el abuso.
El caso del feminicidio de Karina del Pozo, conmocionó a la sociedad civil, quienes, en su mayoría, mostraron su rechazo a la actitud machista de sus autores. Sin embargo, las autoridades han prestado poca atención en el fenómeno para cambiar sus políticas públicas en la igualdad de género y erradicación de la violencia.
Según Jenny Pontón, de FLACSO Ecuador, «las instituciones relevantes del país aún no han logrado establecer la coordinación necesaria para identificar con precisión los casos de femicidio», delito que además aún no está tipificado en los códigos penales.
Países como México, Perú y Honduras tienen observatorios que manejan cifras de violencia de género. Chile y Bolivia promulgaron en estos últimos años, 2010 y 2013 respectivamente, una Ley que condena la violencia hacia la mujer.