Identificar los riesgos en el trabajo y crear una cultura de prevención son dos de los elementos para evitar los accidentes laborales.
Según la Organización Mundial de Trabajo (OMT), cada 15 segundos, 160 personas sufren un accidente laboral.
Al año ocurren 317 millones de percances en el trabajo, muchos de los cuales derivan en la ausencia de los colaboradores.
Estas faltas acarrean pérdidas económicas para las empresas, estimadas en el 4% del Producto Interior Bruto global de cada año.
Eliminar los riesgos no es una tarea fácil, pero sí es posible. Una prueba de ello es la empresa ecuatoriana Ideal Alambrec que logró superar su primer año con cero accidentes, completando 426 días.
David Dávila, jefe de Seguridad y Salud Ocupacional de la empresa, comentó que en los últimos años han ido bajando el número de percances, que en 2004 registró su tasa más alta con 36 accidentes.
La compañía consiguió esto creando una cultura donde cada empleado es responsable de la seguridad propia y de la de sus compañeros. Así, sus 672 colaboradores, repartidos en Quito, Guayaquil y Cuenca, están pendientes de los riesgos que se corren y dan sus sugerencias para prevenirlos.
Con esta información se hace un seguimiento hasta alcanzar reducirlo o eliminarlo.
La empresa estableció además un programa accidentológico para identificar las labores más peligrosas y capacitar a los operarios para su ejecución segura.
A esto añade la ejecución de ayudas ergonómicas. Por ejemplo, la instalación de brazos mecánicos para movilizar los rollos de alambre de púas, ubicarlos, etc. Para este año está prevista una inversión de $150 mil en cuatro proyectos de ergonomía, relacionados al manejo de clavos, rollos de alambre y de mallas, etc. Asimismo se plantea una vigilancia constante de la salud de los colaboradores, con chequeos médicos regulares.
Richard Almeida, subgerente Talento Humano de la compañía, explicó que otra acción es acercarse a las familias de sus colaboradores. Esto, con el fin de que ellos también tomen conciencia de las normas de seguridad y las apliquen en la cotidianidad. Con ellos realizan demostraciones de los riesgos que se pueden encontrar en el hogar y en la industria.
Héctor Villagómez, empleado del área de Producción, dijo estar a gusto con la implementación de nuevas políticas de seguridad industrial, ya que años atrás fue testigo de un accidente.
Un compañero salió lastimado por un descuido. Villagómez asegura que pudo prevenirse colocando las guardas de seguridad en la máquina del área de trefilado (estirado del alambre) y poniendo más atención.
En casos de accidentes como este, Almeida comentó que cuando un empleado no puede reintegrarse al mismo puesto se lo reubica en un área que requiera de menor esfuerzo, sin que esto afecte su productividad.