La sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, se convirtió esta mañana en el espacio para que representantes de varios países escuchen detalles sobre la experiencia ecuatoriana en materia de planificación desde un enfoque de derechos. El país estuvo representado por Fander Falconí, secretario nacional de Planificación y Desarrollo.
Falconí fue invitado al evento organizado en el marco de la Asamblea Nro. 22 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Destacó el papel que juega la planificación para lograr transformaciones impostergables. «La exitosa propuesta ecuatoriana, en la que priorizó los derechos de las personas por encima de las teorías económicas y las recetas neoliberales demuestra cómo una planificación, con enfoque de derechos, ha alcanzado logros que se expresan en indicadores económicos y sociales», dijo.
Puso en evidencia algunos datos contundentes. Entre 2007 y 2012, el Ecuador es el país que más redujo las desigualdades en América Latina, permitió que 1.050.000 personas abandonen la pobreza por ingresos, creció económicamente más que el promedio regional, ha sido el país que mayor porcentaje del PIB destina a la inversión pública y consiguió que 450.000 niños, niñas y adolescentes dejen el trabajo infantil en basurales, minas y camales. El titular de la Senplades resaltó el papel del Plan Nacional de Desarrollo para el Buen Vivir, con el que el Ecuador prioriza la planificación para cumplir con los derechos de sus ciudadanos, por encima de los compromisos con los organismos financieros internacionales.
La intervención provocó reacciones positivas. El embajador de Chile, Pedro Oyarce, resaltó que la planificación permite que los derechos humanos «no sean sólo un discurso». De allí que afirmó que mandará a su país la propuesta ecuatoriana para que sea asumida. En el mismo sentido se pronunciaron los representantes de Perú, Cuba y China. Guillermo Fernández, asesor en Derechos Humanos del Sistema ONU en Ecuador, sugirió que el país conforme un grupo sistematizador de su experiencia para eventualmente replicarla en otros países.
«La experiencia del Ecuador es única y contribuye, con compromiso político, esperanza y alegría al proceso que impulsamos para enfrentar los desafíos del futuro. Sólo unidos regionalmente podremos construir un mundo en el que se respeten los derechos de toda la población. Y no solo de las personas, sino además los derechos de la Tierra», señaló Falconí al finalizar su exposición.