El estado de emergencia permaneció activado ayer en Guayaquil luego de que varias zonas, la mayoría del norte, resultaron afectadas tras la lluvia del pasado fin de semana. Las calles y peatonales ayer seguían anegadas por falta de alcantarillado, en algunos casos, y fallas en el drenaje, en otros.
En sectores como Vergeles, Orquídeas, Flor de Bastión, Nueva Prosperina, Socio Vivienda, aún no se recuperan de los perjuicios que causó el aguacero, que provocó que se activaran los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal y provincial.
La precipitación que se registró la tarde de ayer no permitió que bajaran completamente las aguas en ciertos tramos de calles como Carlos Julio Arosemena, Juan Tanca Marengo, Primavera (Ceibos) y José Luis Tamayo.
Mientras que en las zonas donde la pavimentación es escasa (Flor de Bastión, Nueva Prosperina, Sergio Toral), las vías quedaron intransitables en varias intersecciones debido a la formación de zanjas y baches.
Las zonas bajas de los cerros, donde se encuentran asentamientos populares, fueron las que llevaron la peor parte por las corrientes de agua -que arrastraron grandes cantidades de lodo y piedra- provenientes de las partes altas.
Ana Bazurto perdió su casa en Nueva Prosperina, luego de que una corriente de más de un metro de profundidad moviera la base de su vivienda, donde radicaba desde hace 13 años.
En la zona, el relleno que se realizó hace varios años por parte del Gobierno se perdió con la lluvia del fin de semana y las peatonales quedaron destruidas. Bazurto comentó que su familia se salvó «de milagro», aunque perdió la totalidad de sus enseres domésticos, además de camas y colchones. «No se pudo rescatar nada».
Según el reporte de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG), desde las 06:00 se reportaron 22 viviendas colapsadas en: Monte Sinaí, Nueva Prosperina, Sergio Toral, Flor de Bastión, Isla Trinitaria, Prosperina, Coop. Riveras de los Vergeles, Mapasingue Este, Calle 13 y la K y Florida.
Las coordinaciones zonales de los ministerios de Inclusión Económica y Social (MIES) y Salud (MSP) activaron un plan de contingencia para atender a las decenas de familias afectadas.
Hasta ayer en la mañana, personal de estas carteras de Estado seguía recabando datos para establecer el número exacto de perjudicados y el nivel de necesidades que presentan para determinar la distribución de raciones alimenticias, kits de aseo y colchones.
Luis Guerrero, técnico del MIES, aseguró que están recorriendo 14 sectores afectados, la mayoría de ellos, ubicados en el norte de la ciudad. «Por el momento tenemos activados dos albergues en el CAMI Zumar y el Fuerte Militar Huancavilca», informó Guerrero.
Hasta el último informe (12:00) se conoció que solo 20 familias debieron ser trasladadas hasta Zumar, atrás de Mucho Lote 1. Las personas trasladadas provienen de Sergio Toral, Monte Sinaí, Vergeles y La Ladrillera.
Un pequeño auditorio y salas de capacitaciones fueron acondicionados para recibir y cuidar a las familias perjudicadas. Karina Sánchez perdió su casa en la cooperativa Promesa de Dios (Monte Sinaí) durante la noche del sábado.
Miembros de la Policía Metropolitana fueron los encargados de rescatar a Sánchez y su familia y trasladarlos hasta Zumar. «Entiendo que seré reubicada y mi esposo está haciendo los trámites necesarios para certificar la propiedad de nuestra vivienda, para que nos puedan ayudar», dijo Sánchez.
El MSP, en cambio, desplegó varias brigadas móviles para atender en Nueva Prosperina y Monte Sinaí. También se coordinó una masiva fumigación de estos lugares para evitar el brote de enfermedades como el dengue.
El COE cantonal, hasta la mañana de ayer, registró 20 sectores inundados en el norte de la urbe. Entre ellos, Alborada, Mapasingue Oeste, Pascuales, Bastión Popular y Valle de los Geranios (autopista Narcisa de Jesús). Aracelly Jiménez, en Vergeles, continuó ayer con la tarea de limpieza de su hogar, que resultó inundado el fin de semana.
La ciudadana, quien vive en la zona desde hace diez años, se quejó de que el canal de desfogue del sector haya quedado como basurero de gente que transita por el lugar. «A diario veo que más de un puerco tira alguna botella o vaso de plástico… eso tapa el canal y las consecuencias están a la vista», aseguró Jiménez. son intransitables.