Desde el pasado 28 de noviembre de 2012, Betty Tola fue nombrada como ministra de Coordinación de la Política y Gobiernos Autónomos Descentralizados. La funcionaria reemplazó a Soledad Buendía, quien entonces se postuló como candidata a asambleísta por Alianza PAIS. La funcionaria habló con la agencia Andes sobre el nuevo triunfo electoral de la organización oficialista y de la gestión del ministerio a su cargo.
¿Cuáles son los logros que el Ministerio Coordinador de la Política ha conseguido bajo su administración?
A partir de las distintas líneas de la agenda política que lleva adelante nuestro ministerio podemos mencionar algunos que son relevantes. Hemos establecido un diálogo con varios sectores políticos, en ese campo llevamos adelante una línea importante en el campo de la participación ciudadana y fortalecimiento organizativo y obviamente de diálogo político con los distintos actores sociales.
También apoyamos procesos de articulación de distintos sectores, como con jóvenes, la relación con pueblos y nacionalidades, con el Consejo de la Igualdad y los movimientos de las mujeres, acompañados de procesos de capacitación y formación. Otro logro es el fortalecimiento del diálogo con los Gobiernos Autónomos Descentralizadoas (Gads), a través de las transferencias oportunas de los recursos, en este aspecto hemos duplicado las transferencias pasamos de USD 1.300 millones en 2006 a USD 2.600 en 2012. Trabajamos en el acceso a la justicia, con lo que buscamos coadyuvar en lo que corresponde a nuestras acciones como ejecutivo a que esos derechos se lleguen a concretar para la mayor parte de las personas. Democratizamos el acceso a la comunicación y a la información, fortaleciendo los medios comunitarios y públicos, trabajando con los 14 pueblos y nacionalidades, a quienes en 2011 se les entregó frecuencias y hemos venido trabajando en un proceso sostenido de fortalecimiento de esas iniciativas.
Dentro de este trabajo, ¿cree qué faltan algunas cosas?
Hemos avanzado mucho, pero tomando las palabras del presidente Rafael Correa, si uno mira para adelante hay tanto por hacer, creo que el importantísimo triunfo en las elecciones nos demanda una enorme responsabilidad, lo que implica reforzar aún más los diálogos con los distintos actores y sectores y quizá un elemento que desde la concepción de nuestro proyecto político es apuntalar cada día la construcción del poder ciudadano, eso implica generar todos los espacios de deliberación de la sociedad, fortalecer todas sus instancias de articulación, cohesión, organización, es decir esas son las tareas que siempre están en el orden del día.
¿Cómo analiza la reacción que ha tenido la oposición ante el triunfo de Alianza PAÍS en las elecciones?
Me parece que lo que sucedió en las elecciones pasadas da cuenta de que existen algunos niveles de maduración en la sociedad ecuatoriana. Insisto en que vamos en una ruta de cambio en la cultura política, es decir que algunas características de la vieja política, que eran la clientela política, hoy pese a que Álvaro Noboa cargo colchones, cocinetas, la ciudadanía decidió no darle el respaldo.
Álvaro Noboa tiene una caída estrepitosa en esta contienda electoral respecto a las anteriores. Creo que fueron duramente golpeadas tesis o prácticas políticas como la demagogia, por ejemplo Lucio Gutiérrez ofreció de todo, subir los bonos, sin embargo también tuvo un fracaso muy fuerte, es decir su presencia política se redujo a cinco asambleístas y ganar en una sola provincia, todos esos son elementos interesantes del análisis que debemos hacer.
El rechazo que generaron las declaraciones homofóbicas de (Nelson) Zavala, también nos muestras otras lógicas que están presentes en la sociedad ecuatoriana. Un cuarto sector altamente golpeado fue el Movimiento Popular Democrático (MPD) su bancada hoy está anulada, no existe, eso significa que la sociedad está rechazando ciertas formas de hacer oposición, sin propuestas, sin alternativas.
¿Considera que la población se ha dado cuenta de que necesita un cambio en la política?
Creo que la población se expresó respecto a ratificar a un Gobierno que ha cumplido con su palabra, me parece que lo más importante que vivimos durante los 42 días de campaña es esa adhesión de la ciudadanía a un proyecto que se ha sintonizado con sus expectativas, dejando atrás décadas de postergación, de derechos negados, creo que eso encuentra la ciudadanía, un Gobierno que responde a sus necesidades.
El presidente Correa hizo un llamado al diálogo a los dirigentes indígenas y a ciertos sectores de la oposición, ¿cómo van a canalizar esto para que se llegue a dar?
Creo que hay dos niveles en esas declaraciones, en primer lugar en el campo legislativo vamos necesariamente a tener que escuchar, debatir, con los sectores de la oposición. Considero que es importante para la democracia del país contar con una oposición ideológica, que debata, que delibere, que discrepe, esa es la oposición, pero es interesante diferenciar las condiciones y las dinámicas que tiene la oposición, es decir el presidente saludaba la expectativa de que (Guillermo) Lasso y su bancada puedan configurarse en una oposición de derecha con ideología, con planteamientos, con puntos de vista, eso esperemos que así sea y eso implica escuchar y deliberar con esos sectores.
En el diálogo con sectores indígenas, es una línea que tiene otro sentido, es decir que con la oposición de derecha nosotros tenemos claramente posiciones distintas sobre varios temas, en el caso de los sectores indígenas lo que estamos buscando es elementos que nos permitan confluir en agendas programáticas comunes, recordemos que muchas tesis que son planteadas desde la perspectiva del Estado plurinacional por ejemplo, son tesis totalmente coincidentes con lo que dice la constitución y está en nuestro plan nacional del Buen vivir.
El elemento central de la propuesta reivindicativa, política, ideológica del movimiento indígena es una propuesta que tiene muchos elementos de sintonía con el proyecto político de PAÍS, esos son los puentes que nos tocan trabajar, esos son los diálogos que no vamos a descansar en seguirlos haciéndolos porque ha sido una línea de continuidad política de este Gobierno.
Tomando en cuenta lo dicho, ¿están dispuestos a ceder en algunos aspectos si es el caso para llegar a acuerdo?
Creo que eso va a irse dando en el camino, hay muchos temas sobre los cuales nos toca trabajar y en los que vamos a seguir insistiendo con distintos sectores. Creo que es importante en esa línea insistir en que nuestra hoja de ruta establecida en las 10 revoluciones ciudadanas que se presentaron en el plan de gobierno y es a partir de eso lo que nos va a permitir tener marcos de diálogos con los distintos actores.
Tomando en cuenta que Rafael Correa ha dicho que son sus últimos cuatro años de gobierno, ¿cómo está encaminado el movimiento Alianza PAÍS?
Teniendo en cuenta que PAÍS es un movimiento relativamente joven, que nació al calor de las elecciones de 2006 y por tanto al calor de ser gobierno, ha ido en un proceso paulatino de fortalecimiento. Creo que tenemos una estructura en las 24 provincias y en las tres circunscripciones en el exterior, en todos los cantones del país, tenemos un programa, unas bases y un sentido ideológico, es decir hemos ido avanzando en eso que nosotros aspiramos debería ser la configuración organizativa, no solo del movimiento, sino de las otras organizaciones políticas.
El movimiento de hoy es radicalmente distinto al movimiento de 2006. Hoy tenemos un movimiento que tiene una estructura. Tenemos dos retos importantes que son primero avanzar mucho más en su fortalecimiento, que implica la estructura pero la formación de sus cuadros, de tal manera que tengamos desde el dirigente de las parroquias capacidades de conducción política en nuestros territorios.
Y el segundo momentos es ir generando permanentemente espacios de deliberación, el movimiento PAÍS, es el más grande que tiene Ecuador, con cerca de 1 millón de adherentes y eso nos implica un trabajo importante para que todos puedan tener espacio de deliberación, también de procesamiento de las discrepancias, porque sería pésimo que el movimiento tenga un solo criterio.
¿El Gobierno descarta que se produzcan escenarios golpistas en vista de la derrota de sectores a los que el presidente Correa calificó como no democráticos?
Creo que eso nunca hay que descartarlo, me parece que la historia de América Latina así lo muestra, los gobiernos y los procesos de transformación que vive esta parte del continente no son del agrado de ciertos sectores, más aún de aquellos que han dominado la gestión política y el poder político en nuestros países. Es un escenario sobre el que hay que estar en seguimiento permanente, para eso el empoderamiento ciudadano y la organización ciudadana son fundamentales.