La oficina matriz de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Amazonas, en la ciudad de Puyo, continuaba cerrada ayer, mientras los socios acuden a diario para realizar sus transacciones, pero sin éxito.
Un patrullero de la Policía Nacional está estacionado de manera permanente en las afueras de la cooperativa y cinco uniformados custodian las puertas principales, con el fin de evitar posibles desmanes ante la advertencia de quienes persiguen a Luis Moposita, gerente cuestionado, y advirtieron el pasado lunes que volverán para recuperar las instalaciones.
Marco Gómez, asesor jurídico de la nueva administración, informó que ayer la gerenta, Norma Guevara, junto con los integrantes del Consejo de Vigilancia y de Administración se encontraba reunida con funcionarios de la Superintendencia de Economía Popular con la finalidad de evaluar los daños que ha sufrido la entidad, de los que culpan a Moposita, y buscar la posibilidad de recuperar las oficinas de Riobamba y Ambato, en poder de los hermanos Marcelo y Édgar Moposita. Tras la resolución que adopten en esa reunión posiblemente se procederá a reabrir la cooperativa en los próximos días, indicó.
El problema administrativo que sufre actualmente la Cooperativa Amazonas ha provocado indignación en los socios, quienes a diario acuden para realizar sus transacciones. «No me interesa quién sea el gerente, solo quiero mi dinero. Debo cancelar urgentemente una deuda (…) solo pido mi plata para atender la necesidad de mi hija que estudia en Riobamba», dijo muy molesta Martha, socia desde hace 5 años.
Por el retiro del sello de cierre, por la agresión a dos policías y por atentar contra los bienes públicos, Edwin Mosquera, intendente de Policía, anunció que interpondrá una demanda en contra de Luis Moposita. Igualmente, Norma Guevara anunció que presentará una demanda en la Fiscalía contra la familia Moposita por el uso de supuestos créditos vinculados que alcanzarían 1'200.000 dólares.
Entre tanto, la sucursal de la Cooperativa en Riobamba se mantuvo abierta durante la mañana de ayer; sin embargo, la policía estaba a la espera de Margarita Naranjo, funcionaria de la Superintendencia de Economía Popular para cumplir el operativo de cierre del lugar, según la documentación que portaban los uniformados, sin que se cumpliera el procedimiento hasta aproximadamente las 17:00 de ayer.
Su gerente, Édgar Moposita, entraba y salía del local luciendo nervioso, mientras que los empleados esperaban en silencio y preocupados.
«No tenemos ninguna notificación de nuestros superiores. Estamos a la espera de indicaciones. Solo me explicaron que me comunicarán cualquier resolución por teléfono», dijo el gerente.
En la sucursal de Ambato, el ambiente fue similar. Las puertas estaban abiertas, pero con resguardo policial. Los clientes que se acercaron recibieron la noticia de que no se podían efectuar transacciones debido a que no contaban con sistema, ya que la oficina del Puyo está cerrada. Carina Ortiz asumió la gerencia de esta sucursal.