De culminar completamente el período presidencial, Rafael Correa se convertiría en uno de los presidentes del país que ha logrado ocupar el cargo durante 10 años.
Además de lograr la reelección como presidente de la República del Ecuador, ha obtenido una potente mayoría en la asamblea en lo que va de la cuenta en los resultados.
Son algunos los asambleístas por PAIS que sostienen que ésta «victoria», como ellos lo denominan, servirá para continuar y profundizar el proyecto político, económico y social de la Revolución Ciudadana.
Mireya Cárdenas, secretaria de los Pueblos, ratifica esto en entrevista para Gama TV, diciendo que desde su rol profundizarán el proceso de la «radicalización de la democracia».
Dentro de esta democracia también se encuentran los que no votaron por Correa y en ese aspecto sostuvo que se abrirán diálogos para debatir y consensuar sobre temas comunes «que se basen en la construcción del país».
Por otro lado, en entrevista para RTU, la asambleísta reelecta por el bloque de AP, Ximena Ponce, reafirma lo que Cárdenas sostiene pues indicó que continuarán con una «radicalización de la revolución ciudadana».
Ponce explicó que el punto de partida para poder concretar este planteamiento, se ubica en tres ejes programáticos. El primero de ellos es cambiar la matríz productiva y diversificar la producción; el segundo se concentra en fortalecer la sociedad,»es en la ciudadanía en donde se deposita un gran dínamo de nuestro proceso de transformación»; y por último el tercer eje responde a la llegada con mayor calidad de los servicios de la gestión pública en los territorios.
En lo que refiere a la notable ocupación de escaños por AP en la asamblea (dos de las terceras partes), Ponce indicó que abrirán los espacios de diálogo y se expondrán los puntos a debatir bajo la forma en la que se ha venido apoyando el proceso.
En este mismo punto se refirió a las minorías, denominadas algunas como opositoras, e indicó que le resulta «desatinado» el que Guillermo Lasso, ex candidato presidencial por CREO, sostenga que ha inaugurado la oposición «¿por qué no inauguramos mejor la construcción que es lo que este país está reclamando?».
Bajo esta consigna valdría la pena recordar lo que el líder del movimiento CREO, Guillermo Lasso, sostuvo en entrevista para canal UNO el día 17 de febrero transcurridas ya las elecciones.
Lasso explicó que efectivamente inaugurará la oposición en beneficio del país y a la abolición de la pobreza «desde la silla de la oposición, con lealtad ante el Ecuador, seguiré defendiendo estas ideas. A través de un bloque de asambleístas, como segundo bloque más importante en la asamblea nacional».
Además indicó que pretenderá accionar en el aspecto político de manera incesante, pues habiendo renunciado a su cargo como Presidente Ejecutivo del Banco de Guayaquil, sostiene que se dedicará a servir al Ecuador proponiendo «ideas que permitan superar la pobreza».
Al proclamarse líder de la oposición, es evidente que lo que debe existir para ello es justamente eso, una oposición unida. Lo que sí es notorio es que el bloque oficialista se conformó como uno sólo y por ello se habla de un sólo líder.
En el caso de la oposición, lo que sucede es que no existe tal singularidad, pues lo que existen son distintas oposiciones y esto fragmenta un argumento que empuje realmente a una contraposición de estructuras políticas y económicas con el actual gobierno.
Dentro de los grupos acentuados de oposición se encuentran el movimiento CREO, el Partido Social Cristiano, Sociedad Patriótica, MPD y SUMA. Ninguno de estos partidos, salvo CREO y PSC, concuerdan en ideologías y planteamientos.
En este sentido existe una oposición fragmentada en argumentos y posturas y por ende no hay un líder concreto.
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