El gobierno de Guatemala aclaró la noche del jueves que todavía busca evidencia sobre un presunto enfrentamiento de narcos en la frontera con México en el que habría muerto el capo mexicano Joaquín «Chapo» Guzmán, líder del poderoso cártel de Sinaloa.
«Estamos terminando con el patrullaje de noche porque no hemos encontrado ninguna evidencia que nos indique que hubo un enfrentamiento» dijo el ministro de Gobernación, Mauricio López, el mismo funcionario que horas antes había dado por confirmado el combate.
«Se generó de forma caótica ese rumor (del enfrentamiento), porque no podemos evidenciar hasta el momento ninguna escena del crimen ni muchos menos una situación que (uno de los muertos) podría ser el Chapo Guzmán», dijo López a la agencia AFP.
Más temprano, el ministro había declarado a la radio Emisoras Unidas que tenían «la confirmación de un enfrentamiento armado» y que aunque no se podía «asegurar ciento por ciento», lo que tenían las autoridades «como primera información de campo es que (uno de los muertos) podría ser él (Chapo Guzmán)».
En tanto que las autoridades mexicanas están a la espera de información sobre la posible muerte del capo, quien encabeza la lista de los criminales más buscados de México y EE.UU., pero también figura en la de los más ricos del mundo elaborada por la revista Forbes.
«El Chapo» fue detenido en Guatemala en 1993 y entregado a México, donde se le condenó a 12 años de prisión en un principio, aunque en 1997 se le impuso una nueva condena de 21 años de cárcel.
Sin embargo, el 19 de enero de 2001 se fugó de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, en el estado occidental de Jalisco, y desde entonces está prófugo.