Anualmente el Estado destina más de 10.000 millones de dólares a la adquisición de bienes y servicios provenientes del exterior, cifra que debería contraerse según uno de los siete lineamientos económicos del Gobierno reelecto para el período 2013 y 2017, que tiene como fin la sustitución estratégica de las importaciones.
Esto se enmarca dentro del cambio de la matriz productiva, propuesto por el Código Orgánico de la Producción, con el objetivo de incrementar el valor agregado en la industria nacional.
La primera propuesta en el campo económico realizada por el Régimen radica en la desconcentración de los mercados y de la propiedad de los medios de producción, según consta en el Plan de Gobierno que Alianza PAIS (AP) presentó al Consejo Nacional Electoral (CNE).
Con esta finalidad, el documento incluye varias líneas de acción que fortalecerán cinco industrias estratégicas clave y 14 sectores considerados prioritarios para la economía ecuatoriana.
La primera consiste en transformar el conocimiento en riqueza, por medio de la articulación de la investigación científica y tecnológica, y la educación superior con los criterios productivos.
Con lo que surgirán nuevas empresas e ideas que en el largo plazo permitirán a la economía ecuatoriana dejar de lado su dependencia del extractivismo, así ha indicado en reiteradas ocasiones el titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), René Ramírez.
Con el funcionario coincidió el catedrático de Economía, Juan Serrano, quien indicó que la base del cambio de la matriz productiva debe nacer de la transformación del sistema educativo. «Los ecuatorianos no estamos aprendiendo a iniciar negocios, a pesar del espíritu emprendedor que tenemos, y si no sabemos cómo vamos a administrar esos negocios».
El ministro coordinador de la Producción, Santiago León, destacó que Ecuador depende en menor medida del petróleo, en comparación a períodos anteriores, por lo que el Gobierno debe fortalecer otros sectores de la economía.
Para lograr este cometido se deben concluir los proyectos que están dentro de los sectores estratégicos básicos para el desarrollo de la industria, como la Refinería del Pacífico, las hidroeléctricas y el sistema vial, como una segunda parte de las líneas.
El complejo petroquímico permitirá el procesamiento de 300.000 barriles de petróleo por día; los 8.672,10 kilómetros de carreteras y el 96% de la matriz energética proveniente de fuentes renovables se convierten en el motor de la nueva productividad ecuatoriana.
Asimismo, se implementarán planes de importación directa de ciertos insumos para eliminar la intermediación y evitar que sus precios en el país sean mayores a los de sus sitios de origen. «Estas áreas económicas deben tener programas de innovación y transferencia tecnológica, de lo contrario no habrá competitividad y nos quedaremos en la matriz productiva del siglo pasado», indicó Marcos Posso, de la Facultad de Economía de la Universidad Central del Ecuador.
Ambos coincidieron en que la propuesta se vería fortalecida con el apoyo de inversionistas privados. «Estos fondos tienen que dejar el valor agregado como legado para el país», aseveró Serrano.
Según datos de la Superintendencia de Compañías, la Inversión Extranjera Directa (IED) el año pasado superó los 335,8 millones de dólares, divididos en 325 millones en recapitalizaciones y 10,8 en nuevas colocaciones de capital.
Otras inversiones que contempla el Gobierno en este período son la logística e infraestructura: puertos, aeropuertos, carreteras, autopistas y la red ferroviaria. Según el plan de Gobierno de AP, todo ello confluirá en la generación de empleo, la llegada de más inversiones públicas y privadas y una articulación de los ciclos productivos.