La factura de la vigilancia policial del fundador de WikiLeaks Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado desde junio, asciende a 2,9 millones de libras (4,5 M de dólares, 3,4 M de euros), según una estimación divulgada este viernes por Scotland Yard.
Varios agentes de la Policía de Londres se turnan para montar guardia día y noche frente a la legación sudamericana situada en el elegante barrio de Knightsbridge en la que el australiano lleva ocho meses recluido por temor a una eventual extradición a Estados Unidos.
Los agentes tienen orden de arrestarle en cuanto ponga un pie fuera de la sede diplomática por haber incumplido los términos de su libertad condicional.
Cuando llegó el pasado 19 de junio, Assange estaba a punto de ser extraditado a Suecia, país que le requiere como sospechoso de cuatro delitos de agresión sexual de los que no ha sido formalmente acusado, tras haber agotado todos sus recursos legales de que disponía en el Reino Unido.
La mayor parte de la factura policial, 2,3 millones de libras (3,6 millones de dólares, 2,7 millones de euros), corresponde a los sueldos de los policías, que hubiesen cobrado lo mismo en cualquier tipo de misión, y las 600.000 libras restantes a las horas extras.
Un portavoz de la embajada señaló que el Gobierno de Ecuador, que el 16 de agosto le concedió asilo político, estaba «preocupado por este coste significativo para el contribuyente».
«Sin embargo, creemos que este gasto podría evitarse si el Gobierno británico diera las garantías que busca el Gobierno ecuatoriano de que no habrá extradición posterior de Julian Assange a Estados Unidos», agregó.
«Hasta que logremos estas garantías, el Gobierno ecuatoriano continuará protegiendo los derechos humanos de Julian Assange consagrados por el derecho internacional», concluyó.
Assange, que siempre se ha declarado inocente de los hechos denunciados por dos mujeres con las que dice haber mantenido relaciones consentidas durante un viaje a Estocolmo en 2010, teme que su extradición a Suecia sea sólo una escala antes de su entrega a Estados Unidos.
El fundador de WikiLeaks y sus partidarios creen que está siendo investigado por un gran jurado secreto norteamericano por la filtración de decenas de miles de documentos secretos sobre las guerras de Irak y de Afganistán y cables confidenciales del Departamento de Estado, y que podría llegar a ser condenado a cadena perpetua en ese país.