Desde el 1 de enero de este año el Ministerio del Ambiente (MAE), por medio del Programa Nacional de Desechos Sólidos (Pngids), empezó a trabajar en conjunto con el Comité de Comercio Exterior (Comex), representantes de las empresas operadoras de telefonía (Conecel, Telefónica, CNT) y con compañías recicladoras de equipos celulares (Intercia, Comexport, Vertmonde).
El objetivo de este trabajo interinstitucional es establecer los lineamientos para expedir la Política Nacional de Post-Consumo de equipos celulares en desuso, es decir, que por una determinada cantidad de celulares obsoletos que las operadoras telefónicas reciclen, el Pngids y el Comex les autorizarán un cupo de nuevos teléfonos importados.
“Reusar los celulares, para el MAE, forma parte de las políticas de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos. Este proceso permite que las empresas importadoras de estos productos puedan tener un cupo mayor de los 2 millones de unidades que se les ha permitido”, manifestó el gerente del Pngids, Fabián Espinoza.
Agregó que “ahora tendrán una mayor asignación con la condición de que reciclen viejos equipos, esto es, que por cada 5 equipos reciclados pueden traer 2 nuevos”.
El funcionario señaló que como parte de este proceso están las alianzas entre las empresas importadoras o de telefonía celular y las procesadoras de aparatos eléctricos y electrónicos y que las primeras lancen sus campañas de captación de los equipos en desuso, ya que es su responsabilidad.
Conecel (Claro), Telefónica (Movistar) y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) tienen recolectores de equipos ubicados en sus diferentes centros de atención al cliente, además en sus páginas de internet explican la labor que cada una de ellas realiza a favor del cuidado ambiental.
«Como empresa telefónica somos los primeros llamados a dar el ejemplo. Esta norma ambiental no sólo la aplica CNT por el Ministerio del Ambiente sino por el Comex, que maneja la importación de los equipos y no es una obligación. Ahora va de la mano la producción y el cuidado ambiental», expresó Andrés Herrera, gerente de Marca y Publicidad de la operadora.
El representante informó que sólo en Quito, desde el último trimestre del 2012 hasta la actualidad, han emprendido la primera fase de su campaña de reciclaje electrónico tanto externa (para toda la ciudadanía) como interna (dentro de la compañía), en la que han recogido aproximadamente 11 toneladas de desperdicios electrónicos, incluyendo celulares, y de las cuales 9 son resultado de los empleados de la CNT.
“El objetivo de la campaña, en su globalidad, es generar conciencia sobre lo importante que es reciclar desechos electrónicos, por eso hemos emprendido una nueva fase de reciclaje, pero ahora en Guayaquil”, comentó Herrera.
El directivo explicó que CNT, en alianza con la Fundación One Life, capta los celulares en ánforas ubicadas en los Centros Integrados de Servicios (CIS). Luego, uno de los carros de la Fundación Hermano Miguel recoge los equipos de los diferentes puntos y transporta los desechos a una de las dos procesadoras que participan en el Pngids, que se encargan de descomponerlos, procesarlos y enviarlos al exterior para su posterior reciclaje.
«El país no tiene aún la tecnología y además no es económicamente rentable porque las cantidades de teléfonos celulares y objetos electrónicos que se generan tampoco son enormes. Por eso, no se justifica una planta de reprocesamiento para estos equipos», explicó Segundo Coello, gerente general de la consultora ambiental Ecobiotech del Ecuador.
“El proceso empieza con desarmar el aparato y separar los distintos componentes para verificar qué partes sirven y se las puede reusar tal como están porque todavía tienen vida útil”, indicó el consultor.
Coello añadió que “aquellos elementos que definitivamente no sirven, se clasifican, al igual que se hace con los elementos metálicos, donde se separan sus componentes (como las baterías). Lo que no se puede tratar es enviado en contenedores a las grandes procesadoras de EE.UU., Canadá y Europa”.