Socorristas egipcios tratan de desenterrar sobrevivientes de la catástrofe que este lunes causó la muerte de 19 militares y heridas a 117 por el descarrilamiento de un tren en la provincia de Guiza.
Uno de los vagones de un convoy militar de 12, descarriló en el vecindario de Badrashin, a unos 20 kilómetros al suroeste de El Cairo, procedente del Alto Egipto, sur, por razones aún desconocidas.
Fuentes sanitarias dijeron que varios de los heridos están muy graves, mientras los rescatistas estiman que bajo los hierros retorcidos del convoy quedan algunos de los 200 militares que viajaban en el coche.
Los mismos informantes consideran que la relación de víctimas fatales puede crecer en las próximas horas.
La tragedia ocurre apenas horas después que dos funcionarios de la Dirección de Ferrocarriles fueron remitidos a los tribunales acusados de negligencia en el accidente ferroviario de noviembre pasado en el que murieron más de medio centenar de niños en la localidad de Manfalut, provincia de Assiut, también en Egipto meridional.
Según las estadísticas oficiales, en la última década en Egipto se han registrado accidentes ferroviarios de mayor o menos magnitud, el más terrible de los cuales fue el incendio en un tren de pasajeros en 2012 en el que perdieron la vida 373 personas.