El barco langostinero Ana Julia, propiedad de Juan Carlos Correia, fue el primero que adquirió una red armada merluzera para el proyecto de pesca experimental del recurso marino que iniciará este 15 de enero.
El Ana Julia forma parte de las 12 embarcaciones de la ex flota de arrastre que participarán, desde el próximo martes, en la pesca experimental de la merluza, que concluirá el próximo 28 de febrero.
El subsecretario de Recursos Pesqueros, Jimmy Martínez, mencionó que la idea de esta actividad es buscar una alternativa que no genere un impacto ambiental fuerte en el fondo marino ecuatoriano.
Martínez explicó que este recurso es similar a la corvina plateada, su hábitat es cerca del fondo marino y se encuentra a una columna de agua de cinco a seis metros.
La diferencia de esta modalidad de pesca es el ojo de malla, que era de dos pulgadas en las embarcaciones de arrastre que usaban la red para capturar el camarón langostino.
Mientras que para la merluza será de 6 de diámetro de ojo de malla en las alas de la red, 4 1/4 en la mitad del cuerpo y termina con 3 1/2 en el copo o bolso. “Lo más importante es que se estandariza la red para todos los barcos que participen en el experimento, porque es posible que queden varios en esta práctica pesquera, deben cumplir las características antes señaladas”, recalcó Martínez.
Agregó que más de 200.000 toneladas es la biomasa de la merluza que hay en Ecuador. En el país al año se capturan 8.000 toneladas. “Yo aspiro a que saquemos, sin dañar el recurso, alrededor de 17.000 toneladas por año”, subrayó el funcionario.
Añadió que se controlará la talla para la pesca de la merluza, que será de 31 a 33 centímetros, para así evitar la menor cantidad de juveniles capturados.
Unas veinticinco flotas palangueras de Santa Rosa, provincia de Santa Elena, actualmente se dedican a la captura de merluza. Anteriormente lo hacían de forma incidental las 115 embarcaciones langostineras de arrastre, que mediante decreto ejecutivo dejaron de operar el 15 de diciembre del año pasado.
* Mercado
Juan Carlos Correia, presidente de la Asociación de Barcos Pesqueros Camaroneros (Asearbapesca), expresó que la merluza ha sido comercialmente atractiva hace cuatro años en el país. “La idea es desarrollar este recurso para los mercados potenciales que tenemos, como Rusia, Venezuela, Rumania y Perú”, indicó.
Correia agregó que unos 150.000 dólares invertirá el sector en las 12 embarcaciones pesqueras que participarán del proceso piloto, que durará hasta finales de febrero.
Para que la embarcación sea parte del proyecto debe incorporar un GPS, tener un observador pesquero de la Subsecretaría o del Ministerio de Ambiente a bordo de la nave, arte de pesca modificado, así como un sistema de refrigeración adecuado para que se conserve el recurso.
Luego de que concluya este proceso se estima que el próximo marzo se entregarán, a la Presidencia de la República, los resultados del plan piloto para su análisis y aprobación.
Por otra parte, el titular de Asearbapesca recalcó que las demás embarcaciones que dejaron de operar participan en el plan de contingencia que el Gobierno puso a disposición de la flota luego de que fuera eliminada.
El año pasado, de los 64 cupos para el cambio de arte de pesca, el 84% fue cedido. En el caso de los tripulantes, 250 ya constan en el proceso de calificación del Banco Nacional de Fomento (BNF).