El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien este miércoles cumplió seis meses refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, prevé pronunciar mañana un «discurso navideño» desde la legación diplomática.
A través de Twitter, WikiLeaks ha convocado para las 19.00 horas GMT del jueves a sus simpatizantes, a quienes pide que lleven velas para reunirse en un ambiente navideño y degustar el típico vino caliente con especias que se consume por Navidad en el Reino Unido.
Esta será la segunda aparición pública del periodista australiano desde la embajada- situada en el barrio londinense de Knightsbridge-, donde se refugió el 19 de junio pasado para evitar su extradición a Suecia que lo reclama por supuestos delitos sexuales.
El fundador de WikiLeaks rechaza ser extraditado al país escandinavo si no se le ofrecen garantías de que no será eventualmente entregado a Estados Unidos, donde teme que podría afrontar la pena de muerte por las revelaciones perjudiciales para Washington de su portal.
El Gobierno de Ecuador, que en agosto le concedió asilo político, negocia con los de Suecia y el Reino Unido para conseguir esas garantías, que le permitirían resolver satisfactoriamente un conflicto que parece complicarse cada día que pasa.
El bloqueo viene porque el Gobierno sueco no garantiza que el australiano no acabe en Estados Unidos, ya que esa decisión correspondería a los tribunales, mientras el Ejecutivo de Londres se niega a ofrecer al ex 'hacker' un salvoconducto que le autorizaría a viajar a Ecuador.
«Aunque seguimos comprometidos con encontrar una solución diplomática, también tenemos que asegurarnos de que se cumplen nuestras leyes», reiteró hoy a la agencia Efe un portavoz del Ministerio británico de Exteriores.
El portavoz insistió en que «el Reino Unido tiene la obligación legal de extraditar al señor Assange a Suecia», por lo que mantiene vigilada la embajada ecuatoriana para poder detener al sospechoso si osa escaparse.
Así, varios policías británicos montan guardia diariamente ante la misión de Ecuador, donde el fundador de WikiLeaks pasa sus días con la sola compañía de un ordenador portátil, una lámpara solar, una cinta para correr y un microondas.
Aunque de vez en cuando le visitan admiradores y famosos, como la diseñadora Vivienne Westwood o la cantante Lady Gaga, Assange -que está representado por el abogado español Baltasar Garzón-, vive básicamente en una situación de confinamiento.
Su salud se podría resentir y, por si cae enfermo, el Gobierno de Ecuador ha solicitado al Ejecutivo de David Cameron como medida de precaución un salvoconducto para llevarle al hospital si es necesario.
Aunque carece de libertad de movimientos, el fundador de WikiLeaks -dedicado a revelar información confidencial de gobiernos y empresas- no se mantiene inactivo, y recientemente ha publicado el libro «Cypherpunks: freedom and the future of the internet», donde critica el control totalitario que ejercen los poderosos sobre internet.
Además, hace unos días se supo que prevé presentar su candidatura al Senado australiano en las elecciones generales de 2013, al tiempo que anunciará la formación de su partido a principios del próximo año.
Assange, de 41 años y padre de un hijo, fue detenido el 7 de diciembre de 2010 en Londres a petición de la Justicia sueca, días después de que su portal difundiera, junto con varios periódicos del mundo, miles de cables diplomáticos confidenciales de EE.UU. que avergonzaron a Gobiernos de todo el mundo.