Según el Banco Central del Ecuador (BCE), el indicador de consumo tuvo una variación positiva entre 2010 y 2011 de 6,5% y, al parecer, la cifra entre al año anterior y el actual mantendrá la misma tendencia.
El cambio porcentual no ha sido menor en los últimos cinco años, con excepción del periodo 2008-2009, cuando alcanzó un 0,8%. Entre 2007 y 2008, el indicador creció un 5,4%, y fue similar entre 2009 y 2010.
En dinero, las cifras realmente llaman la atención, dado que son cantidades muy importantes. El año pasado se gastó un total de 39.557 millones de dólares, cifra que para este año podría ser superada, según las perspectivas de las autoridades económicas.
Eso evidencia que la población no tiene reparos en sus gastos durante la temporada navideña, abriendo la posibilidad caer en el sobreendeudamiento.
La actual bonanza económica del país puede llegar a ser malinterpretada y las personas tendrían la tendencia a comprar más de lo que pueden pagar.
En mayo pasado, el régimen alertó acerca del sobreendeudamiento en más de 400.000 familias ecuatorianas provocando la toma de medidas como: mayores requerimientos de capital y/o reservas por riesgo operativo; el reforzamiento de metodologías de cálculo de capacidad de pago mediante una mejor supervisión de la Superintendencia de Bancos (SBS), y mejorar la disponibilidad de intermediación del prestatario.
Además se aprobó una regulación restringiendo la importación de más de un centenar de bienes como vehículos, televisores, teléfonos celulares, lavadoras de ropa, bebidas alcohólicas, cigarros y cámaras fotográficas, entre otros.
Al respecto, el ministro Coordinador de la Producción, Santiago León, señaló en junio pasado que “los hogares tienen mejores ingresos y la demanda interna sigue creciendo. Al tener mayor liquidez hay más consumo (…) la industria nacional no ha sido capaz de responder a esa demanda”, justificando que la medida se tomó con la finalidad de fortalecer la producción interna de esos bienes y dispositivos.
Esas restricciones aún están en vigencia; por ejemplo, en el caso de automotores se fijaron cuotas de importación para quienes han adquirido con cierta regularidad estos bienes desde 2010.
El sector deberá limitar sus compras de acuerdo a un determinado monto en dólares y a un número específico de unidades. En el caso de los teléfonos móviles se fijó una cuota total de importación de dos millones de unidades anuales, asimismo para quienes han efectuado importaciones regulares desde 2010.
Además se restringió totalmente el ingreso de estos dispositivos a través de las empresas de courier y en las maletas de viaje en los aeropuertos internacionales.
En 2011 ingresaron al país aproximadamente 2,8 millones de dispositivos celulares.
Según datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones, el 18% de los propietarios de estos equipos renuevan sus teléfonos por lo menos una vez al año.