El abogado defensor de «Los 10 de Luloncoto», Ramiro García, considera que los detenidos en las cárceles estarían mejor en las calles para así descongestionar los centros penitenciarios.
La Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía General del Estado, infiltraron este grupo terrorista para poder desarticularlo a tiempo.
Las evidencias recavadas determinan la vinculación de los ahora detenidos con los atentados con bombas panfletarias en los meses de noviembre y diciembre del 2011.
Adicionalmente, se encontró información en sus computadores en donde se detalla la planificación para realizar nuevos atentados en donde podrían utilizar métodos más violentos, entre ellos el uso de bombas molotov, entrenamiento militar y estrategias para aniquilar al enemigo, como detallan las evidencias.
Los ahora detenidos pertenecen en redes sociales al GCP, Grupo de Combatientes Populares, un grupo que busca de forma explítica tomarse el poder por medio de la lucha armada.
Todas las evidencias recavadas en la investigación fueron presentadas a la Fiscalía siguiendo el debido proceso y es el sistema de justicia el responsable de determinar la culpabilidad de los detenidos.