l Centro Histórico de Quito con sus iglesias, museos y calles; la Laguna de San Pablo y el Mercado de Ponchos en Otavalo; el santuario La Gruta de la Paz y el Cementerio de Tulcán con sus alrededor de 300 esculturas en ciprés, son algunos de los lugares de Ecuador ya integrados a la denominada Ruta Espiritual de las Américas.
Conocerlos y recorrerlos mediante esta propuesta turística tiene un costo promedio de $ 800, y abarca la distancia que va entre la capital de los ecuatorianos y la ciudad colombiana de Santiago de Cali.
No obstante, los creadores de la Ruta planean extenderse, a mediano plazo, más hacia el sur del país en una propuesta de viaje que llegue hasta Loja e integre sitios no solo de importancia católica, sino ritual y energética andina, como lagunas y otros espacios.
El creador y promotor de la marca, Orlando Mosquera, manifestó que en el caso ecuatoriano todavía falta aunar esfuerzos entre operadores turísticos, sector hotelero, cámaras de comercio y gobiernos locales para institucionalizar este paquete.
“El objetivo es atravesar el Ecuador entero hasta llegar al Santuario de la Virgen del Cisne en Loja”, afirmó.
En la actualidad la Ruta está totalmente consolidada en la parte sur de Colombia, donde recorre múltiples lugares de ese país (ver subnotas).
Según Mosquera, cada año al menos 300 mil turistas de nuestro país se embarcan en un viaje que les plantea cultura, ritualidad, misterio y tradiciones.
No se trata de un paseo a playas paradisiacas ni hoteles cinco estrellas. “Es un recorrido que le otorga al turista una visión más amplia de la historia de los pueblos y ciudades que visita. Un reencuentro con sus orígenes. Es una experiencia que no solo quedará grabada en la mente del viajero, sino también en su alma”, afirmó el empresario durante un recorrido de prueba.
Más a largo plazo, uno de los objetivos es internacionalizar todavía más la propuesta con el fin de llegar hasta Venezuela, por el norte, y Perú y Bolivia, al sur, utilizando en este último caso al territorio ecuatoriano como puente.
Los mentalizadores del recorrido dicen que lo hacen a sabiendas de que estas naciones son poseedoras de una gran riqueza arquitectónica y natural, todavía no suficientemente explotada ni aprovechada de manera sostenible.
Por ahora el primer paso está dado. Son más de 1.000 kilómetros desde Quito hasta Bogotá, en donde el turista puede conocer santuarios con cientos de años de historia, museos que cuentan leyendas desde la óptica de los pueblos aborígenes, plazas que narran las heroicas gestas libertarias y paisajes que parecen dibujados.
El valor ($ 800) que cancela el viajero incluye transporte terrestre, hospedaje, alimentación, ingreso a museos, plazas y tique aéreo de regreso a Ecuador.
Los organizadores recomiendan llevar suficiente equipaje, aunque no tanta cantidad, pero sí variado para afrontar climas que van desde el frío de los páramos andinos hasta el calor de los tropicales valles de Colombia.
El periplo está calculado para una duración de siete días y seis noches. (CAT)