La Cumbre del Mercosur celebrada este viernes en Brasilia, sin representación paraguaya, concluyó con la firma del Protocolo de Adhesión de Bolivia al bloque, que se hará efectiva una vez que sea refrendada por los parlamentos de los países miembros.
En la cumbre, que tuvo como anfitriona a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, participaron los jefes de Estado de Uruguay, José Mujica, quien recibió la presidencia semestral del bloque, y de Argentina, Cristina Fernández.
Por Venezuela, ante la ausencia del presidente Hugo Chávez en la que fue la primera cumbre de su país como socio pleno del bloque, asistió el ministro de Petróleo y titular de PDVSA, Rafael Ramírez, mientras que Paraguay no tuvo delegado alguno, pues fue suspendido en junio pasado, tras la destitución de la Presidencia de Fernando Lugo.
En su intervención, Morales ratificó la decisión de Bolivia de avanzar hacia la condición de miembro pleno del Mercosur, aunque planteó la necesidad de que sean contempladas y reducidas las asimetrías económicas con los otros socios.
La declaración final de la cumbre expresó «su gran satisfacción con la firma del Proceso de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur, que contribuye para todo el proceso de integración de Suramérica».
Al recibir la presidencia semestral del Mercosur de manos de Rousseff, Mujica expresó su disposición a ayudar a que los trámites para incorporar a Bolivia se cumplan en el más breve plazo, pues «está haciendo falta la presencia de los pueblos indígenas».
También saludó el interés de Ecuador por acercarse a Mercosur, aunque Correa dijo que su Gobierno debe analizar el asunto «con cuidado», pues hay factores, como el carecer de una moneda nacional, que pudieran crear desequilibrios económicos y comerciales.
Según el protocolo firmado hoy, Bolivia ya tendrá voz en las cumbres del Mercosur, aunque no con voto, el cual obtendrá cuando se complete su adhesión.
Del mismo modo, el Mercosur celebró la «velocidad» adquirida por el proceso de adhesión de Venezuela a las estructuras tarifarias y normativas del bloque, que según el canciller brasileño, Antonio Patriota, estará completado en una tercera parte para abril próximo.
Mediante un comunicado difundido en Asunción, Paraguay sostuvo que tanto el ingreso de Venezuela, aprobado en junio junto con su suspensión, como la adhesión de Bolivia violan el orden jurídico del Mercosur.
También consideró una «trasgresión de la institucionalidad» del Mercosur» el traspaso a Uruguay de la presidencia semestral, que le habría correspondido a Paraguay si no era sancionado.
Sobre Paraguay, la declaración de la cumbre dice que «ante la ruptura del orden constitucional» en ese país, el Mercosur expresó «su firme deseo» de que las elecciones de abril próximo «conduzcan a la plena normalización de la vida institucional».
La declaración también tuvo una vertiente económica, en la que se reflejó la preocupación regional ante las políticas de ajuste de los países desarrollados en crisis, que pudieran perjudicar el combate a la pobreza en América Latina.
En ese capítulo se destacó el apoyo de los países del Mercosur a una negociación con la Unión Europea (UE) para «la búsqueda de un acuerdo amplio y equilibrado».
En ese sentido, Mujica consideró que la crisis europea crea unas «condiciones para intercambiar y negociar como no las hubo en el pasado».
Sin embargo, Fernández dijo que apoya la negociación, pero siempre y cuando se «hable de igual a igual», con «los números claros» y sin «proteccionismos».