Los partidarios del presidente egipcio Mohamed Mursi y los manifestantes opositores protagonizaban este miércoles violentos enfrentamientos frente al palacio presidencial, ubicado en el barrio cariota de Heliopolis.
Ambos bandos se lanzaban cócteles molotov, botellas vacías y piedras, además de las peleas cuerpo a cuerpo.
Las agencias de noticias reportan, citando fuentes de la seguridad egipcia, al menos dos muertos y una treintena de heridos, que fueron evacuados por ambulancias. Así también dan cuenta de coches incendiados y que se habían escuchado disparos.
Los detractores habían acampado en el sitio para protestar en contra del acta constitucional emitida por el Jefe de Estado el pasado 22 de noviembre que blinda sus poderes. Por otra parte, centenas de personas pasaron la noche en la Plaza Tahrir.
Más temprano, miles de seguidores del presidente egipcio y de los Hermanos Musulmanes quitaron las tiendas de campaña de los opositores instaladas en los alrededores del palacio presidencial y los obligaron a retirarse del lugar.
Previamente el vicepresidente de Egipto, Ahmed Meki, planteó este miércoles a la oposición la posibilidad de enmendar los artículos en disputa de la Constitución, pero solo después de que se celebre el referéndum sobre la nueva Carta Magna, el próximo día 15.
«Las fuerzas opositoras se oponen a diez o doce artículos, mientras que están de acuerdo con el resto», afirmó Meki. Dijo que la intención es llegar a un acuerdo escrito, por el que las fuerzas se comprometan a revisar esos artículos una vez haya sido aprobada la Carta Magna y elegido un nuevo Parlamento.
En una manifestación registrada ayer, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los protestantes, lo que causó 18 heridos.
* Llamado al diálogo:
Hoy, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, instó al presidente Mursi y a la oposición a entablar un «diálogo urgente y democrático», al tiempo que expresó la inquietud de Washington por la situación en ese país.
Clinton recordó que «hace dos años los egipcios tomaron las calles para pedir cambios democráticos, y lo hicieron por ellos mismos. Ahora necesitan una Constitución que los proteja a todos», sostuvo.
Egipto vive una profunda crisis política desde el decreto del 22 de noviembre, con el que Mursi, primer presidente islamista del país, amplió sus poderes e impidió cualquier objeción judicial contra el proyecto de nueva Constitución.
Las agencias de noticias reportan, citando fuentes de la seguridad egipcia, al menos dos muertos y una treintena de heridos.