Como consecuencia de la profunda crisis económica, el 27% de la población española está en el umbral de la pobreza o exclusión social, de acuerdo a un informe publicado por el Instituto Europeo de Estadísticas (Eurostat), referido a 2011.
España figura -junto a Rumania, Bulgaria y Grecia- entre los países de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de población en riesgo de pobreza, 24,2%, siete décimas más que en el arranque de la crisis económica de la zona euro, en 2008.
En números redondos, al menos 120 millones de residentes de los 27 países de la UE padecen al menos alguna de estas situaciones: riesgo de pobreza, privación material severa o escaso trabajo remunerado en su hogar. De ellos, uno de cada diez está en España.
Los datos españoles señalan que 12,4 millones de personas están en situación de exclusión o vulnerabilidad por alguno de los tres motivos, cuatro puntos más que en el arranque de la crisis económica en 2008, que arrasó casi tres millones de puestos de trabajo.
El peor indicador español es el que se refiere solo al riesgo de pobreza tras las transferencias sociales (pensiones, educación y sanidad). Padece esa situación el 21,8% de los residentes en España, 2,2 puntos más que en 2008 y por encima de la media comunitaria (16,9%).
Además, el 3,9% de la población española (por debajo del 8,8% de media comunitaria) se encuentra en una situación de privación material severa, es decir, no tiene suficientes recursos para pagar sus facturas, mantener la calefacción de su hogar o coger vacaciones fuera de casa.
A esto se suma que el 29,9% de los hogares españoles tiene pendiente el pago de una hipoteca.
En 2011 las mayores tasas de población en riesgo de pobreza o exclusión social se registraron en Bulgaria (49%), Rumania y Letonia (40%), Lituania (33%) y Grecia y Hungría (31%), mientras que los más bajos en República Checa (15%), Holanda y Suecia (16%) y Luxemburgo y Austria (17%).