Con un spot en el que se informaba que la Televisión Pública creció de 25 colaboradores a 435 y que llega al 72,1% del Ecuador, inició ayer el conversatorio sobre el papel que cumplen las televisoras públicas, evento que se realizó para celebrar los cinco años de creación de la Televisión Pública, informó Marcelo del Pozo, gerente de esa institución.
En la charla realizada en el auditorio del canal público, se dieron cita Alberto García Ferrer, secretario de la ATEI; Jorge da Cunha, de TV Cultura de Brasil; Carlos Lineros, de la televisión pública colombiana, y Del Pozo, por Ecuador.
El gerente del canal ecuatoriano fue el primero en las intervenciones, y aprovechó para relatar el recorrido de Ecuador TV en los cinco años. Así, destacó que el Canal Público es el único que llega a lugares en los que los canales comerciales no tienen cobertura. “Tenemos 100 repetidoras y llegamos a 180 cantones de los más de 200 que hay. Estamos en la frontera, en puntos remotos. Estamos también en el exterior, en Estados Unidos y España”, precisó.
Entonces empezó el debate, y Jorge Ferrer recordó la misión que tienen las televisoras públicas, al mencionar que éstas nacen de dos fuentes: “la necesidad y la utopía”. Para Ferrer es necesario establecer contenidos educativos en todos los productos que aparecen en la televisión, de esa manera se puede crear la “telecultura”, mencionó.
Recordó también que la base de los canales comerciales es entretener, mientras que las televisoras públicas generan conocimiento para crear comprensión del mundo y criticidad. El también poeta recordó que mientras más debate existe de un tema, habrá mayor democracia.
Agregó que la crisis en Europa ha llevado a cortar algunos puestos de trabajo. Puso también en el escenario aquel dilema que tienen algunas televisoras públicas, a las que se acusa de estar al servicio del gobierno, y sugirió que debería crearse un canal específicamente para la vocería institucional.
Carlos Linares, mientras tanto, explicó el proceso que realizaron para establecer parámetros para formar la televisión pública colombiana. Explicó que en la mesa de trabajo estaban dos representantes de Corea, quienes hicieron una reflexión que les dejó inquietos: según los coreanos, su país en los años setenta era muy pobre, y apostaron por tener contenidos de calidad en la programación televisiva, lo que incidió en el impacto productivo.
Los expositores coincidieron en que es necesario visibilizar grupos humanos que no están en la esfera pública y dejar atrás el temor a la inteligencia y creatividad que necesita la televisión pública. Hoy finaliza la ronda de conferencias.