Un festejo anticipado de la hinchada de Barcelona se vivió ayer en los graderíos del estadio Atahualpa y a la salida del escenario.
Cerca de 20 mil seguidores del popular club guayaquileño dieron rienda suelta a sus emociones contenidas por 15 años, durante el cotejo frente al Deportivo Quito, campeón reinante, que concluyó con la victoria “torera” por 2-0, lo que le permite sumar 38 puntos.
Los gritos de “un solo ídolo tiene el Ecuador, Barcelona campeón”, se escucharon luego de que el árbitro manabita Carlos Vera diera por concluido el encuentro.
Los tres cuartos de la capacidad del estadio de El Batán, que no se llenó como se preveía, estuvieron poblados por hinchas que lucieron sus camisetas amarillas, inclusive un buen número invadió el sector destinado para la hinchada “azulgrana”, aunque posteriormente se los ubicó en otro sector para evitar cualquier roce entre las barras, como estuvo a punto de ocurrir.
Portando globos color amarillo, especialmente en el sector de la general sur, la hinchada “torera” saludó con visible euforia el primer tanto del encuentro (12´), cuyo artífice fue el goleador Narciso Mina, quien acumula 27 tantos en lo que va de la temporada.
Mientras el encuentro se desarrollaba con intensidad con constantes vaivenes, la hinchada local no se mostraba con el mejor de los ánimos para empujar a su equipo en procura del empate.
Los embates de Fernando Saritama y Juan Carlos Paredes, con envíos de media distancia, no terminaron por contagiar a sus seguidores, porque al frente estuvo un equipo ordenado, con claras ideas y gran manejo en el medio campo, sector en el que el volante argentino Damián Díaz se convirtió en el eje de la ofensiva. Lo fue no solo por su condición técnica y visión, sino por la experiencia que puso de manifiesto en jugadas discutidas con la finalidad de sacar ventaja.
Los ágiles “chullas” Luis Congo y Maximiliano Bevacqua fueron absorbidos por la zaga comandada por Pablo Saucedo y Frickson Erazo; la tarea de armado encomendada a Saritama y Sebastián Rusculleda no encontró las vías expeditas para legar al marco de Banguera.
Al final del primer tiempo y con el marcador en favor de Barcelona, sus seguidores exteriorizaron su satisfacción tras el parcial resultado, con cánticos y aplausos, al tiempo de flamear sus banderas.
En un segundo aire, Deportivo Quito intentó la igualdad, ordenando el medio sector en donde Santiago Morales y Luis Romero pusieron lo suyo; sin embargo, la expulsión de Paredes (72’) cortó la válvula de salida y las dificultades se tornaron evidentes.
La situación se tornó mucho más complicada para los “azulgrana”, cuando Morales también fue camino a las duchas dejando a su equipo con 9 jugadores en el rectángulo.
Una perfecta ejecución de tiro libre de Michael Arroyo (91’), desde 22 metros, desbordó el entusiasmo de la hinchada que, sin perder su compostura, gritó anticipadamente el coro de “Barcelona campeón”.
Fue una verdadera sorpresa. Lo que en el mundo de los juegos de azar se conoce como el “as bajo la manga”. Nadie, ni el hincha más optimista de Barcelona, esperaba ver ayer a Arroyo en la cancha.
Fue parte de la estrategia que utilizaron los “canarios” para ganar el partido. Costas fue astuto. No lo incluyó en la lista de concentrados para este compromiso, que hizo pública la mañana del viernes pasado.
Pese a eso, “Gambetita”, como se lo conoce, estuvo confirmado en la alineación titular desde el jueves pasado. Aunque no estuvo en la nómina, se concentró con el resto de la plantilla en las instalaciones contiguas al estadio Monumental. Así lo confirmó Costas.
Los “canarios” esperaban que anoche Emelec empatara o perdiera ante El Nacional en el Capwell para -de vencer al Manta este miércoles- dar la vuelta olímpica sin la necesidad de llegar a las finales.