Podría parecer el argumento de alguna película de humor, pero lo que muchos sospechaban hace tiempo acaba de ser confirmado por unos científicos de la Universidad de Stanford: el ser humano involuciona desde el punto de vista de la inteligencia y cada generación es un poco más tonta que la anterior. Así, sin rodeos.
El doctor Gerald Crabtree es uno de los investigadores que se encuentran detrás de esta idea y lo cierto es que tiene su lógica.
Según Crabtree el ser humano siempre ha estado sufriendo el proceso de selección natural a nivel físico e intelectual. Los individuos más fuertes físicamente tenían más posibilidades de sobrevivir y reproducirse, dejando atrás a los más débiles.
En el mundo actual, los más débiles pueden sobrevivir sin problemas, pero no solo a nivel físico, la inteligencia ya no es un parámetro a tener en cuenta desde el punto de vista evolutivo. Antes se necesitaba inteligencia suficiente para organizar partidas de caza o para evitar que te cazara a ti un león, pero hoy día esto ya no es necesario para sobrevivir y procrear así que la especie entra en una espiral de pérdida de habilidades a nivel intelectual y emocional.
Según han descubierto estos científicos: Esto significa que, a medida que pasa el tiempo, la humanidad se vuelve menos inteligente pero aun así el Dr Crabtree todavía se muestra optimista. Según dice, él espera que el proceso de ‘entontecimiento’ de la humanidad sea lo suficientemente lento como para que la tecnología pueda llegar al rescate y hacer algo al respecto, imagino que estimulando los cerebros a través de ingeniería genética para que sean más inteligentes o incluso quizás algún día eligiendo los genes van a dar lugar a un individuo super-inteligente antes de nacer.
Sin embargo, pensándolo un poco lo cierto es que la tecnología de momento va en sentido contrario. Hace poco hablábamos en tec.nologia sobre un nuevo traductor de Microsoft que quizás algún día haga innecesario aprender idiomas o que el uso continuado de Google evita que tengas que ejercitar tu cerebro demasiado. ¿Cuánto tiempo hace que no necesitas recordar un número de teléfono?
Por otro lado, las terapias genéticas para conseguir que los seres humanos sean super-inteligentes y super-fuertes físicamente no podrían aplicarse a toda la población mundial por una cuestión económica, con lo cuál uno podría pensar que la humanidad va camino de separarse en dos especies diferentes, los super-hombres diseñados genéticamente y los seres inferiores cada vez más tontos, en este caso sin que haya racismo de por medio porque sería algo real.