El exjuez español Baltazar Garzón afirmó este sábado desde Brasilia que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, «está bien», pero no puede permanecer por mucho más tiempo en la embajada de Ecuador en Londres (Inglaterra) porque su salud puede deteriorarse.
Julian Assange «está bien, pero la situación se deteriora por momentos», dijo Garzón, tras afirmar que si su estadía en la embajada se prolonga «tendremos problemas médicos importantes» y aún «los problemas psicológicos pueden venir».
Garzón, que fue llamado por Assange a coordinar su defensa, reclama a Gran Bretaña que permita la salida del australiano de la embajada con un salvoconducto para que pueda asumir el asilo que le otorgó Ecuador en agosto pasado.
Aseguró que Assange no pretende eludir un juicio en Suecia, donde se lo acusa de agresión sexual, sino evitar ser extraditado a Estados Unidos, donde teme ser juzgado por espionaje, debido a los 250 mil documentos desclasificados del Departamento de Estado en su sitio web WikiLeaks.
Garzón afirmó que lo que se quiere es que «ese juicio, en Suecia, se produzca, pero queremos que ocurra en unas condiciones de seguridad».
Según el exjuez español, existen «elementos para demostrar que no hubo los delitos que se le imputan (…) No hay justificación de la persecución de Julian Assange».
«No hay causa jurídica real contra Assange», sino que se trata de un caso en el que «se tiene un enemigo, se construye la figura jurídica que mejor se le aplique para condenarlo», dijo.
El pasado 24 de octubre, el viceministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Marco Albuja, manifestó su preocupación por el estado de salud de Assange.
Albuja había explicado que si Assange «se enferma, habrá que elegir entre dos alternativas: tratarlo en la embajada u hospitalizarlo. Es una situación muy seria y puede afectar sus derechos».
El Gobierno ecuatoriano solicitó garantías de que Assange no será detenido en caso que sea necesario hospitalizarlo, pero «Gran Bretaña no ha aceptado el pedido», había señalado.
Assange, de origen australiano y de 41 años de edad, está refugiado desde mediados de junio pasado en la embajada de Ecuador en Londres, para evitar la extradición.
Suecia lo reclama por presunta violación y agresión sexual, delitos que desconoce el acusado, mientras que Gran Bretaña espera poder aplicar el mandato de detención sueco si abandona la sede diplomática.
El australiano ha asegurado que si es extraditado a Suecia corre el riesgo de ser deportado a Estados Unidos, donde podría ser condenado a muerte por haber publicado los múltiples documentos desclasificados.
Julian Assange había pedido al presidente de Ecuador, Rafael Correa, asilo para continuar «la misión de libertad de expresión sin límites» en una zona de paz.