Los principales retos para el presidente estadounidense, Barack Obama, en su segundo mandato, son económicos, con la producción del país sumida en el congelamiento desde que se precipitó la crisis de las hipotecas en 2007, un déficit fiscal de un billón de dólares y una tasa de desempleo de 7.9%, la mayor registrada desde el gobierno de Roosevelt (1945).
De la mano de los retos económicos van otros como garantizar el suministro de energía, el acceso a la educación, la salud y la anhelada reforma migratoria.
Además, deberá enfrentar a un Congreso dividido que es capaz de bloquear todos sus movimientos y lidiar con desafíos internacionales, como la disputa nuclear de Occidente con Irán, la guerra civil en Siria y el retiro de Afganistán.
El reto económico prioritario es el empleo. La población estadounidense soporta niveles de desocupación históricamente altos, de 7,9% según el dato de octubre. De hecho, Obama llegó a padecer una tasa de 10% en octubre de 2009, como rezago de la recesión padecida entre diciembre del 2007, aún con George W. Bush como presidente, y junio del 2009.
Otros problemas que incomodan a Obama desde su primer mandato son el déficit anual de 1 billón de dólares, contener la deuda nacional de 16 billones de dólares y reformar costosos programas sociales y de salud. Y aunque en su discurso de la victoria, Obama aseguró que se siente más “inspirado” que nunca, y resuelto a lidiar con los problemas pendientes, para los analistas está claro que el presidente tendrá una tarea dura para impulsar su agenda.
Esto debido a que los demócratas retuvieron el control del Senado, pero los republicanos mantuvieron su mayoría en la Cámara de Representantes, lo que les da el poder para contener las ambiciones legislativas del presidente en todo, desde impuestos a reforma inmigratoria.
Economistas advierten que si no se llega a un acuerdo, Estados Unidos podría volver a caer en recesión. El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, John Boehner, se movió rápido respecto al tema del abismo fiscal y dijo que emitirá una declaración, citando “la necesidad de que ambos partidos encuentren puntos en común y den pasos juntos para ayudar a nuestra economía a crecer y crear empleos, que es crítico para resolver nuestra deuda”.
Obama también deberá hacer énfasis en el ahorro que significa devolver a casa las tropas de Afganistán y buscar nuevas fórmulas para gestionar la guerra civil en Siria y el programa nuclear iraní. La reforma migratoria también es otra tarea pendiente para el gobernante. En su discurso de victoria, Obama aseguró que buscará superar la polarización que generaron las elecciones para trabajar, incluso con la oposición, en este tema.
El gobierno ecuatoriano instó al presidente estadounidense a no olvidar la importancia del voto de los inmigrantes hispanos, al felicitarlo por su reelección. También el presidente electo mexicano, Enrique Peña Nieto; la argentina Cristina Kirchner, y el boliviano Evo Morales saludaron el triunfo de Obama.