Varios comercios fueron saqueados ayer en la capital panameña en violentos disturbios que se registraron contra una polémica ley de venta de tierras públicas en la Zona Libre (Franca) de Colón, que la Asamblea Nacional se apresta a derogar.
Las protestas han dejado tres muertos, entre ellos un menor de 10 años, decenas de heridos y alrededor de 250 detenidos, según el Movimiento Amplio Colonense.
Un número no precisado de comercios situados cerca de la sede del Parlamento, en el centro de la capital panameña, fue saqueado por grupos de personas que se llevó televisores, neveras y otros electrodomésticos, según la televisión local.
También en otro sector del centro de la capital panameña fueron vaciadas tiendas de ropa, calzado y abastos, lo que llevó a la fuerza pública, que hasta entonces no había actuado contra las manifestaciones, a lanzar gases y disparar perdigones contra estas personas, informaron los medios locales.
Las imágenes de la televisión local mostraron, ante la actuación policial, que algunos de los revoltosos dejaron en una plaza algunos de los electrodomésticos que intentaron llevarse.
Los desórdenes se saldaron con al menos una persona herida por un disparo que le efectuó el propietario de un comercio cuando intentaba saquear su negocio, según la prensa, que también dio cuenta del robo de dos joyerías de la zona por personas que aprovecharon el conflicto.
La capital fue bloqueada en diversos puntos por los miembros del poderoso sindicato de la construcción Suntracs. Colón, la puerta en el Atlántico del Canal de Panamá, también amaneció bloqueada. Las manifestaciones estallaron con fuerza, el pasado viernes, en Colón después de que el legislativo aprobara rápidamente la Ley 72, que permite la enajenación de las tierras de la Zona Libre Colón.
El presidente del país, Ricardo Martinelli, la sancionó de inmediato antes de partir a Japón. Los colonenses rechazan que el gobierno venda las tierras que le pertenecen al Estado en la Zona Libre, porque consideran que son activos valiosos y un patrimonio de la provincia aquejada por la pobreza.
En este contexto, el presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Sergio Gálvez, anunció que la Comisión de Comercio de la Asamblea Nacional aprobó ayer que iniciarán las tres discusiones parlamentarias obligatorias para que la polémica Ley 72 sea derogada.
Tras el primer visto bueno de la comisión, se espera que hoy, a las 12:00 hora local, se dé el segundo debate y a la misma hora mañana el tercero, para la sanción final de Martinelli, quien ayer se encontraba de viaje oficial en Vietnam y retornará en las próximas horas al país.
El gobernante ofreció el miércoles pasado anular solo el artículo de la ley que permite la venta de los terrenos en la Zona Libre, que son estatales, lo que fue rechazado por los gremios comerciales y sindicales que promueven las protestas.
Ayer, los dirigentes gremiales reiteraron que mantendrán las protestas callejeras hasta que Martinelli firme la derogación de la ley. Felipe Cabezas, dirigente del Frente Amplio colonense, pidió a la población y a los grupos que los apoyan mantener “la efervescencia en las calles”.
Más de $ 500 millones han dejado de circular en la Zona Libre de Colón, la más grande de América, ubicada en el norte de Panamá, en una semana de protestas y cinco días de huelga, aseguró ayer una fuente empresarial. La Zona Libre de Colón, considerada la más importante del mundo después de Hong Kong, alberga más de 3.000 empresas, genera 30.000 empleos directos y aportes al fisco de $ 100 millones anuales.
Ubicada en la ciudad de Colón -a 80 km de la capital panameña- esta zona franca, radicada en una de las regiones más pobres, importa principalmente desde China, Malasia, Estados Unidos, Hong Kong, Taiwán y Japón, además exporta, principalmente, a Venezuela, Colombia, Ecuador y Centroamérica.