Once hombres detenidos por atentado al pudor, sin sanción, es lo que se ha registrado en lo que va del año dentro de los sistemas de transporte público, es decir Ecovía, Trolebús y Corredores. “Es bueno que se pueda denunciar a esos depravados, el problema que le veo es cómo comprobar que molestan”, expresó María, usuaria del Trolebús.
La campaña “Quiero estar tranquila, calles sin acoso”, impulsada por el Municipio, inició en marzo de 2011, tiene como objetivo concienciar en la ciudadanía que el acoso no es solo el toque indebido, sino también miradas, frases y toqueteos morbosos, que deben ser denunciados. Norman Wray, concejal, explicó que “la seguridad no es solo meter presa a la gente, sino un cambio cultural”.
En los sistemas de transporte público, los acosos pueden ser denunciados al chofer del bus, quien a su vez da aviso a la Policía Metropolitana, que está ubicada a lo largo del recorrido. Los agentes detienen el bus y retienen al infractor. Según Luis Zapata, inspector de la entidad policial, encargado de la seguridad en el transporte municipal, al infractor, luego de ser detenido, se le realiza un requisa y se lo lleva al juez encargado de sancionar. “Nosotros realizamos nuestro trabajo, pero es la ley la que juzga a esas personas”, dijo.
En el código penal se especifica sanción para los abusos sexuales en el artículo 513 que reza así: “el delito de violación será reprimido con reclusión mayor especial de dieciséis a veinticinco años, en el número 1 del artículo anterior; y con reclusión mayor extraordinaria de doce a dieciséis años, en los números 2 y 3 del mismo artículo”. El problema, según Wray, radica en que los atentados contra el pudor no están “bien tipificados en nuestra legislación, en algunos casos es tratado como un delito y en otros como una contravención, no hay claridad sobre ese tema”, expresó.
Zapata contó que varias veces han sido detenidos los infractores y algunos de ellos han sido sancionados, pero de forma económica, no con la cárcel. “La mayor sanción para una persona que atenta contra el pudor de una mujer en el sistema de transporte municipal fue de cuatro dólares”.
En el 2011 fueron sancionadas 6 personas por acoso en los transportes públicos, mientras que 11 no recibieron sanción alguna. En octubre del año anterior se procedió a pegar adhesivos dentro de las unidades del Trolebús, con los mensajes: ni te arrimes, ni me toques; esos piropos me ofenden; no me gustan los morbosos; los bacanes no son patanes, las manos quietas, ¡exijo respeto!”, entre otros.
El objetivo fue que la ciudadanía no vea esos actos de acoso como comunes, que las mujeres los denuncien y que los hombres aprendan a respetar el espacio de las mujeres. “Sobre todo queremos que la sociedad deje de ser machista y deje de ver a la mujer como mercancía sexual, sino como un ser con derechos”, expresó Wray.
Las mujeres han comenzado a denunciar estos hechos que antes no eran tomados en cuenta, expresó Zapata, quien contó que están prestos a ayudar en todo momento; por ejemplo, hace varios meses una mujer fue a denunciar que un hombre le esperaba cada noche en las afueras de su trabajo, la perseguía hasta abordar el trolebús, aprovechando que en las noches va lleno, se pegaba a ella y la tocaba. Miembros de la Policía Metropolitana armaron un operativo y lograron detener al acosador, quien luego de ser puesto a orden del juez, fue liberado por tener 50% de discapacidad mental.