De este se desprende que las llamadas telefónicas interceptadas por la Policía de esa ciudad, entre el 4 y el 14 de enero del 2012, fueron determinantes para detectar el ingreso a ese país de 40 kilos de droga a través de la valija diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador.
El seguimiento detallado de las autoridades también permitió probar el grado de implicación de los imputados –ahora detenidos– Jorge Luis Redrobán, Cristian Loor, Luis de Carlo Hurtado Baidal, Tulio Jesús Pazo Toro y Jean Paul Flores, hombre de confianza de “Sambo” (un personaje no identificado), en el caso.
Y reveló, asimismo, el grado de cercanía entre los implicados y la cónsul ecuatoriana en Milán, Narcisa Soria, al punto que esta les presta las llaves de la misión diplomática.
Según el informe periodístico del semanario, el 4 de enero de este año Loor (quien estaba operando desde Ecuador) y Redrobán (en Milán) mantuvieron una conversación en la que se anunciaba que todo estaba listo para la ejecución del plan. En la charla hablan en clave y se refieren a la cocaína con el nombre de “azulejos”.
Redrobán dice: “… Estos tipos dicen que los azulejos están listos”. Loor responde que sí y que solo falta el “típico problema: el dinero”. Le explica que el envío tiene un costo de 3.500 dólares, todo incluido. “¿Ya pesado?”, pregunta Redrobán; el otro le asegura que sí.
Desde ese día hubo nuevas llamadas que dejan evidencias sobre las operaciones de transporte. El 7 de enero, Loor le dice a Redrobán que había realizado con éxito el envío y que este debía llegar en cinco días. Planificaron, entonces, el viaje a Milán de Cristian Loor, director de la obra Ruga la Tortuga.
El semanario resalta una conversación intervenida entre Luis de Carlo Hurtado Baidal en la que refieren la llegada de los paquetes a las cuatro de la mañana por la empresa TNT.
Entonces se estableció que la encomienda era de 10 paquetes de 79,10 kilogramos.
El sistema aduanero de esa ciudad dispuso el control de Rayos X de los paquetes.
Se ordenó el decomiso de los paquetes que llevaban 80 tazas pintadas y decoradas a mano con barniz acrílico relacionadas con la obra de Ruga la Tortuga dirigida por Loor.
Las intervenciones detallan también la ansiedad que enfrentaban los involucrados en el caso por los retrasos en el proceso de envío; esto permitió que brinden detalles en cada conversación telefónica.