En la sexta reunión de la Comunidad Andina, convocada el pasado jueves en Quito para definir las estrategias contra las drogas entre 2012 y 2019, se plantearon 37 lineamientos generales.
Las estrategias incluyen la elaboración de productos específicos como una red andina de prevención, certificaciones regionales para centros de tratamiento de adicciones, manuales subregionales para el tratamiento de precursores químicos, entre otros.
Durante su intervención, el viceministro del Interior ecuatoriano, Xavier Córdova, se refirió al problema del narcotráfico como una realidad latente en la sociedad mundial, en la que se ubican los esfuerzos para contrarrestarlo. “Es hora de concentrar nuestros esfuerzos”.
El objetivo, dijo, es reducir en ese plazo el consumo de drogas ilegales a través de fuertes campañas de concienciación dirigidas al consumidor, regidas por políticas implementadas desde los gobiernos de los países en donde hay una gran cantidad de consumidores.
Se busca también, detalló el funcionario, una sanción efectiva a las redes criminales que distribuyen la droga a nivel mundial, financian su producción y corrompen los sistemas de gobierno.
En este marco participaron expertos gubernamentales de Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia. El acto estuvo organizado por la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Genaro León, director de la Secretaría General de la CAN, indicó que una estrategia regional debe enfrentar la problemática mundial del narcotráfico. Se requieren estrategias, protocolos y políticas antidrogas, de acuerdo a las realidades de cada país. El primer paso es reconocer y entender las realidades propias.
En entrevista con El Telégrafo, Pien Metaal, quien integra el programa Drogas y Democracia del Transnational Institute (TNI), consideró que es extremamente necesario cambiar o anular la Ley 108, actualmente vigente en Ecuador.
Dijo que la desproporción en las penas fijadas es el principal problema detectado en la normativa, ya que solo persigue a los actores visibles, como son las mulas del narcotráfico, y no a los grandes capos de la droga.