EFE-Redacción | QUITO
El príncipe, que llegó anoche a Quito junto a su esposa Letizia, emplazó a las empresas de su país a emplear su gran potencial para afrontar la grave crisis económica que vive su nación y dijo que momentos difíciles como los actuales permiten dar pasos a oportunidades.
El heredero de la Corona española destacó en su discurso que «el espíritu emprendedor, unido a la apertura hacia nuevos mercados y oportunidades son herramientas valiosas y necesarias para superar con éxito las dificultades».
El balance de las relaciones económicas bilaterales entre Ecuador y España es según el príncipe Felipe «muy positivo», fundamentadas «en la tradición, la intensidad y la amplitud de nuestros vínculos», en una «cultura y valores comunes» y «en el buen entendimiento, tanto a nivel público como privado».
La traducción en cifras es un comercio bilateral próximo a los 1.000 millones de dólares al año, máximo histórico logrado por un crecimiento del 45%.
«No hay duda de que la crisis económica ha empujado a empresas españolas a buscar mercados en el exterior y que Ecuador se ha situado con fuerza como un destino prometedor», ha proclamado.
Arturo Fernández, vicepresidente primero de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), intervino también en el foro, donde hizo hincapié en los esfuerzos del Gobierno de Rafael Correa para consolidar un marco jurídico que fomente las inversiones españolas en el país, por cuyo crecimiento apostó.
Unos 200 empresarios españoles y ecuatorianos participaron en las dos jornadas de este encuentro, en cuya apertura estuvo presente el presidente Correa.
España ve con mucho interés que las empresas españolas puedan tener oportunidades de negocio en un país como Ecuador, cuyo crecimiento anual se sitúa en torno al 5 por ciento y que está aprovechando el fuerte despegue de las economías sudamericanas.
Los ámbitos sectores más atractivos para los españoles son las infraestructuras, el transporte y el energético.