Las tropas sirias (fuerzas aéreas, terrestres y marítimas) están en total alerta para responder a cualquier agresión turca, aseguró el vocero que solicitó el anonimato.
Asimismo, sostuvo que es Turquía la que viola a diario la soberanía siria al ofrecer su territorio para el cruce de Yihadistas y agentes de la red terrorista Al-Qaeda, quienes fomentan un clima de violencia en esta nación del Levante.
Desde hace varias horas el ambiente en la frontera turco-siria se caldeó tras la explosión de un obús de mortero en el pueblo turco de Akçakale, presuntamente disparado durante un enfrentamiento entre bandas y fuerzas del Ejército árabe Sirio (EAS).
Según fuentes en Ankara, el gobierno turco ordenó y el Ejército ejecutó acciones de respuestas contra puntos cercanos a la frontera en la provincia siria de Idleb, a 320 kilómetros al norte de la capital, aunque solo, aseguró una fuente, se usaron obuses de ruido en la demostración.
La acción que Ankara atribuye a las fuerzas gubernamentales sirias ocurrió en una zona, donde hay fuerte presencia de grupos irregulares basados en Turquía y reciben apoyo de ese país, alertan analistas, quienes no descartan que el incidente sea usado para provocar un enfrentamiento armado entre ambas naciones.
Este miércoles, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinc, prácticamente hizo una declaración de guerra cuando amenazó que el incidente exigía una respuesta, según el derecho internacional. “Es la gota que colma el vaso y aplicaremos represalias”, agregó Arinc, citado por el diario turco Hurriyet.
Anoche el ministro sirio de Información, Omran al-Zoubi, dijo que ante este tipo de incidente fronterizo, que ocurre entre dos vecinos, los gobiernos deben actuar con «prudencia y de manera racional y responsable».
En especial, en este caso, porque existen bandas armadas en la frontera sirio-turca, con agendas e identidades diferentes entre sí, lo cual significa una amenaza a la seguridad de Siria y a la regional.