La aeronave de carga MD-11, de la aerolínea Martinair proveniente de Santiago de Chile, fue la primera en aterrizar en la pista del aeropuerto internacional de Quito, en Tababela. El aterrizaje fue parte de las pruebas de vuelo y reconocimiento previos a la entrega de la nueva terminal aérea, prevista para el próximo 12 de octubre.
La nueva pista ofrece mayores beneficios a los exportadores, principalmente porque tiene una longitud de 4.100 metros (el actual aeropuerto tiene 3.120 metros) y se encuentra a 2.400 metros sobre el nivel del mar, lo que facilita la operación de los aviones de nueva generación. Eso hace posible el aterrizaje y despegue de aeronaves grandes en vuelos directos, es decir, sin hacer escalas, como ocurre con el actual aeropuerto Mariscal Sucre, en el norte de Quito.
El vuelo de Martinair, cuyo arribo fue a las 21:409 de ayer en Tababela, contó con instrumentación de aterrizaje de precisión, un sistema establecido por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) mediante el cual un avión es guiado con precisión durante la aproximación a la pista de aterrizaje y, en algunos casos, a lo largo de la misma.
Según Freddy Egüez, gerente de la Empresa Pública de Servicios Aeroportuarios del Municipio, el nuevo aeropuerto facilita las exportaciones, especialmente de flores, que representa el 80% de la carga que llega al actual aeropuerto.
Otro de los beneficios que ofrece el aeródromo de Tababela es su ubicación, pues “más de 600 vehículos que llegan desde Pedro Moncayo y Cayambe (al norte de Pichincha) ya no tendrán que cruzar la ciudad, sino que podrán entrar por Santa Rosa de Cusubamaba. Así ahorran combustible y tiempo”, dijo Egüez.
Para el sistema de carga, el aeropuerto en Tababela contará con dos espacios: la Terminal de Carga y el Centro Logístico de Consolidación. El primero estará a cargo de Quiport, empresa que administra el aeropuerto actual, y el segundo lo administrará un desarrollador privado.
La terminal de carga (12 mil metros cuadrados) está junto a la plataforma de carga, es decir, donde se estacionan los aviones y estará lista el 12 de octubre, pues solo faltan detalles en los acabados. Desde allí, la carga se trasladada en plataformas para luego colocarla en las aeronaves.
El Centro Logístico de Consolidación (100 mil metros cuadrados), en cambio, recibirá a todos los camiones con la carga que llega desde distintas ciudades. Esto también será entregado en nueve días.
El área también tendrá más de 160 muelles para recibir la mercadería: “todos con maquinaria, con cuartos fríos nuevos, antes de la inauguración. Los floricultores podrán utilizar sus instalaciones antes del 20 de febrero”, indicó Eduardo Dousdebés, secretario de Desarrollo del Municipio.
El objetivo fue definir un programa de traslado de las entidades hacia las nuevas instalaciones, un proceso que podrá realizarse a partir del 12 de octubre.