Los miembros del Tribunal Tercero de lo Penal convocaron a la audiencia a más de 30 testigos, entre ellos estuvieron el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño; el secretario de la Presidencia, Gustavo Jalkh; el asesor de la Presidencia, Francisco La Torre; los exmiembros de las cúpulas de la Policía y de las Fuerzas Armadas, y varios periodistas.
Ellos fueron convocados para que relaten a los jueces la violencia de la que fueron víctimas y los hecho protagonizados por el grupo de policías sublevados.
Al inicio de la audiencia, el Fiscal Galeano Balcázar defendió el proceso iniciado por supuesta rebelión contra los 14 uniformados. Las pruebas son contundentes para el Fiscal y quedaron registradas en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales.
El 30 de septiembre del 2010, los policías agredieron y desobedecieron las órdenes de su Comandante en Jefe: el Presidente Rafael Correa. Ese día, el Primer Mandatario aún se recuperaba de una cirugía en una de sus rodillas y caminaba con ayuda de muletas.
El Presidente acudió al Regimiento Quito para aplacar la protesta de los gendarmes, que no solo violaba cualquier ley, sino que también podía ser el detonante de un caos generalizado en el país y era usada para pretender menoscabar la democracia.
La intención del Mandatario, dijo el Fiscal Balcázar, era explicar a los uniformados la realidad de la Ley de Servicio Público, que la víspera fue aprobada en la Asamblea; pero fue agredido y secuestrado.
El Mandatario quiso dos veces entrar al regimiento. En el primer intento, la comitiva presidencial fue atacada con gases lacrimógenos y los escoltas del Jefe de Estado fueron golpeados y ofendidos por los policías sublevados.
Luego de unos minutos, el grupo presidencial intentó nuevamente ingresar y lo consiguió. El Primer Mandatario, junto con pocos colaboradores entre ellos, Gustavo Jalkh y Francisco La Torre y un disminuido grupo de su seguridad, entró hasta la zona administrativa del regimiento.
Allí, desde el segundo piso, intentó explicar a los gendarmes que sus dudas sobre la Ley de Servicio Público eran usadas para otros intereses. Pero lo agredieron. Posteriormente, cuando el Jefe de Estado quiso salir del Regimiento, fue atacado con gases lacrimógenos, se le pretendió quitar a la fuerza la máscara antigás que lo protegía, y fue golpeado y atacado.
Además, un grupo de policías en motocicletas impedía que aterrice el helicóptero policial para rescatarlo, por lo que fue llevado de urgencia al hospital de la Policía para atenderlo. En ese sitio, el Jefe de Estado permaneció más de 10 horas secuestrado por los gendarmes rebelados, que se habían apostado en las calles aledañas a la casa de salud.
Para el fiscal, otra muestra de que los policías enjuiciados son parte del grupo de rebelados fue el ataque que recibió el entonces Ministro del Interior, Gustavo Jalkh, quien acompañó al Presidente desde la mañana del 30S. él también fue golpeado y gaseado por los uniformados.
La tercera muestra de la rebelión, explicó el fiscal Balcázar, fue que los sublevados tampoco acataron las órdenes de su entonces jefe, el exgeneral Freddy Martínez. él acudió al Regimiento Quito a los pocos minutos de que se inició la protesta, para pedir a sus subalternos que regresen a su trabajo y terminen con el caos que generaban en el país. Sin embargo, fue atacado y recibió una pedrada, que le causó una herida en su cabeza.
Durante la primera etapa de la audiencia los abogados de los acusados defendieron a sus clientes. En resumen, dijeron que ninguno de ellos participó en los delitos impulsados por la Fiscalía y que no existen méritos para que sean castigados.
El Secretario del Presidente, Gustavo Jalkh, espera que los responsables del 30S sean sancionados por la Justicia; y resaltó que luego de dos años recién se empezó a investigar el secuestro que vivió el Jefe de Estado.
La audiencia seguirá esta tarde y posiblemente se extienda hasta la próxima semana, hasta que los testigos, fiscales y abogados aclaren la responsabilidad de cada uno de los acusados.