El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ofreció una entrevista al diario inglés Daily Mail en la que describe las condiciones del encierro que vive en la Embajada ecuatoriana en Londres, donde permanece como asilado diplomático.
En la nota, publicada ayer, el australiano comparó su estadía en la legación como si estuviera en la estación espacial internacional. Las autoridades ecuatorianas han habilitado una habitación para el asilado. En ese espacio, que antes era una oficina, tiene una cama y una lámpara que imita la luz del día.
También tiene otra lámpara para broncearse y ocultar la falta de sol que experimenta, la cual fue usada por Assange antes de su intervención en el balcón de la Embajada ecuatoriana. él ofreció un discurso tres días después de que Quito aceptara su solicitud de asilo.
“La usé para no estar tan pálido. Después de una hora y media, alguien de mi equipo me dijo: ‘tienes la mitad de la cara roja y el cuello también’. Parecía una langosta hervida”, bromeó el activista. Assange contó que después de este “baño de sol” su piel empezó a pelarse, por lo que se maquilló “para no parecer una víctima de Chernóbyl”.
En la entrevista, replicada por la cadena internacional RT, Assange indica que en la Embajada hace ejercicios regularmente con un entrenador (un militante) y cada día corre en una máquina de ejercicios. No obstante, precisó que su “salud se deteriora lentamente”. Por ejemplo, actualmente sufre problemas de tos.
De todos modos, “esto no es comparable con las dificultades de prisión”, reconoció Assange. Precisó que el pequeño ambiente en el que está “me permite hacer lo que es más importante: proteger mi trabajo de los ataques que sufre”. “Los primeros dos meses en la Embajada fueron positivos. Tuvimos una gran batalla política, tuvimos impulso. […]
Esto ahora se ha estabilizado y la estabilidad se está volviendo molesta. Existe el peligro de que a largo plazo todas las injusticias que se cometen terminen convirtiéndose en algo normal”, reveló.
Mientras tanto, expresó su convencimiento de que un día viajará sin falta a Ecuador. “Creo que es inevitable. No me van a abandonar aquí. Desde Ecuador, mi equipo y yo podremos hacer viajes a países amigos”, aseguró.
Assange es requerido por la justicia sueca para que responda a acusaciones de delitos sexuales, lo que siempre ha negado. El australiano teme que en Estocolmo sea entregado a Estados Unidos donde enfrentaría cargos por espionaje.
“Enemigo de Estados”
La propia RT informó el viernes pasado que en documentos filtrados de una investigación interna de la Fuerza Aérea norteamericana se dedujo que Assange y WikiLeaks tienen esa condición, por lo que podrían ser blanco de ataques militares o arrestos sin juicios. “Eso significa que si Julian es extraditado a EE.UU. será tratado como un enemigo, como Al Qaeda, y todos sabemos lo que esto implica”, precisó Kristinn Hrafnsson, portavoz de WikiLeaks.
Para Hrafnsson la categoría de “enemigo de Estado” ocasiona que cualquier uniformado que se ponga en contacto con WikiLeaks y Assange sería interpretado como “comunicarse con un enemigo”. Eso complica la labora de WikiLeaks. Para su portavoz, el periodismo, entonces, también sería un adversario de Estados Unidos.
Hrafnsson denuncia la hipocresía de Washington en relación al caso de Assange, ya que -asegura- Obama hace discursos a favor de la defensa y la protección de los derechos humanos, pero al mismo tiempo persigue al portal.
El vocero recordó que en la campaña electoral de 2008 Obama declaró que apoyaría la libertad de expresión de los informantes, pero, una vez elegido, el presidente ha “entrado en la guerra contra estos mismos informantes”.