Con un acto en el que participaron autoridades locales y habitantes de la zona de Colta (Chimborazo), la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, inauguró el trabajo de la draga adquirida para recuperar el espejo de agua de la laguna que da nombre al sector. Con el tiempo, la reserva natural ha disminuido su capacidad de almacenamiento de líquido por el aumento de la sedimentación.
Y para remediar la situación, el Ministerio y el Municipio de Colta, ubicado a unos 17 kilómetros de Riobamba, firmaron un convenio y elaboraron un plan, en octubre de 2011, para retirar la totora y los elementos sedimentados en el fondo de la laguna, recuperar el espejo de agua y su entorno.
El proyecto requiere de una inversión de 1’500.000 dólares, de los cuales el 75% es un aporte del Gobierno Central y el 25% son recursos que aporta el Cabildo local. “El Gobierno Nacional está para apoyarlos para que recuperen el recurso, pero para el beneficio de las comunidades”, afirmó la ministra Aguiñaga durante el recorrido que realizó.
La draga fue hecha en Estados Unidos, especialmente para Colta. Sin embargo, servirá para cualquier provincia en donde se necesite trabajar en un complejo lacustre. “El compromiso es priorizar los problemas ambientales y eso es lo que se hace, no solo en Chimborazo, sino en todas las provincias del país”, aseguró la funcionaria.
El plan elaborado incluye no solamente el dragado del lecho acuático sino también la recuperación de la vegetación del contorno de la laguna. En esta fase se contará con la colaboración de las comunidades cercanas, quienes sembrarán plantas nativas de la zona. En total se intervendrá sobre 115 hectáreas, en las que se reintroducirán especies como yagual, arrayán, aliso y cedro.
Antes de empezar el dragado se capacitó a los técnicos que manejan el equipo. Este tiene doble finalidad: cortar la totora de raíz y sacar los sedimentos, que pasan a una celda especial, en donde se utilizan dos filtros que sirven para regresar el agua a la laguna, pero limpia. Con los restos se obtendrá compost, que abonará el área reforestada.
Se descarta, por otro lado, la construcción de algún tipo de estructura de concreto en las inmediaciones; esto con el fin de preservar las características naturales del ambiente. Entre las tareas previas emprendidas como parte del plan estuvo la elaboración de un inventario y monitoreo de la flora y fauna alrededor de la laguna.
También se construyeron muros de gaviones en 15 quebradas que abastecen de agua al complejo acuático a fin de preservar los suelos, disminuir la erosión y, con ello, reducir la sedimentación.
En el futuro, el objetivo será vender la zona como un punto de turismo ecológico y comunitario. Como parte de ello, esta semana se iniciará una ruta del tren denominada “Sendero de los ancestros”. Quienes la usen, podrán disfrutar de actividades como barroterapia y musicoterapia, así como paseos por la laguna y visitas a la iglesia de Balbanera, el templo católico más antiguo del país.