Las autoridades de EE.UU. definen a Julian Assange como “enemigo del Estado”, mientras consideran que su portal WikiLeaks es una amenaza para la seguridad nacional, según documentos de la contrainteligencia estadounidense desclasificados recientemente. Así lo asegura la cadena internacional RT.
La denominación de Assange como “enemigo del Estado” aparece en documentos filtrados de una investigación llevada a cabo por el departamento especial de la Fuerza Aérea de EE.UU. sobre un experto en sistemas informáticos que reside en Reino Unido, y del que sospechan que filtra información clasificada a personas que cooperan con WikiLeaks.
Este experto apoyaba la existencia del portal y asistió a varias manifestaciones en apoyo a Assange en Londres. De los archivos revelados se sobreentiende que las autoridades estadounidenses intentaban comprobar si la persona en cuestión violó el artículo 104 D que, según el código militar de EE.UU., prohíbe cualquier contacto, comunicación y correspondencia con el enemigo. Por lo tanto, cualquier militar norteamericano que mantenga contacto con WikiLeaks puede ser acusado según la letra de este artículo, y sus acciones serán consideradas un crimen de guerra, lo que puede acarrear la pena de muerte.
Justamente este es el caso de Manning, acusado de entregar cientos de miles de cables diplomáticos y registros de guerra a WikiLeaks. De acuerdo al abogado de Assange en EE.UU., Michael Ratner, atribuir a WikiLeaks la condición de enemigo del Estado podría conllevar consecuencias muy graves para su cliente, ya que esta categoría implica el juzgamiento conforme a la ley marcial, lo que significa que el periodista australiano podría ser asesinado o mantenido bajo arresto sin juicio.
El fundador de WikiLeaks permanece desde el 19 de junio pasado en la Embajada ecuatoriana en Londres, de donde no ha podido salir aún porque el Gobierno de Reino Unido le niega un salvoconducto, alegando que está obligado a extraditarlo a Suecia, país que lo reclama por una supuesta agresión sexual.
Según el periodista australiano, su entrega a Suecia podría ser una simple excusa para extraditarlo a EE.UU., donde teme ser perseguido por la publicación de cables diplomáticos. El jueves los ministros de Relaciones Exteriores de Ecuador y Reino Unido se reunieron en Nueva York, en el marco de la 67 Asamblea General de la ONU. El encuentro, sin embargo, no permitió que se destrabe el contencioso, debido a que ambos países se reafirmaron en sus posturas sobre el asilo diplomático.
Garzón es pesimista con salvoconducto para Julian Assange
Baltasar Garzón, abogado defensor de Julian Assange, expresó su opinión sobre el acercamiento y diálogo entre el canciller Ricardo Patiño y el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, después de finalizar su charla sobre la reforma judicial ecuatoriana en el Consejo de Participación Ciudadana.
Garzón no es tan optimista sobre que Reino Unido otorgue el salvoconducto a Assange. Señala que la postura de Ecuador fue la correcta al haber dado el asilo al creador de WikiLeaks.
El ex juez español destacó que Assange no se ha negado a rendir declaraciones ante la justicia sueca, sólo que pide las garantías necesarias de recibir un juicio justo en el país europeo y de no ser extraditado a EE.UU. “En pleno siglo 21, Gran Bretaña no puede cuestionar a un país democrático como Ecuador”, opinó Garzón, abogado de Assange.