La actividad de pesca de arrastre industrial en Ecuador se eliminará el 15 de diciembre de este año, ratificó el presidente de la República, Rafael Correa, durante su informe semanal de actividades.
El mandatario manifestó que la medida –que en principio debía regir desde este domingo 30 de septiembre- se tomó en favor del medio ambiente y pescadores artesanales y cuestionó a la doble moral de activistas y organizaciones ecologistas que en este caso no han criticado la afectación al medio ambiente.
“Dónde están esos ecologistas, dónde están esos defensores de la Pacha Mama (…) tantos otros que se denominan los representantes de todos nosotros para defender a la naturaleza frente a acciones, aquí sí, concretas, inteligentes, para defender el ecosistema marino”, refirió.
La pesca de arrastre es una modalidad destructiva que, afecta a muchas especies, ha sido eliminada en Nueva Zelanda y Venezuela.
El viceministro de Acuacultura y Pesca, Guillermo Morán, informó sobre el plan de contingencia para los armadores propietarios de los barcos arrastreros, camaroneros y de langostinos, así como para los tripulantes, que se verán afectados por la medida gubernamental.
Se han diseñado seis actividades pesqueras diferentes para los armadores y, también, embarcaciones artesanales para los tripulantes, en este último caso para que puedan hacer la captura de pesca blanca, pero con artes pesqueros selectivos.
Para quienes no quieran mantenerse en la actividad pesquera, el Gobierno ha propone un avalúo del barco y reconocer un valor por el cupo de pesca, una compensación una vez que haya desguazado el barco o lo dedique a otra actividad que no tenga que ver con la pesca.
Paralelamente, el Jefe de Estado anunció que el régimen va a regular fuertemente la pesca pomadera (de camarón pomada), que tiene una flota mucho más pequeña y el espacio donde pescan es reducido, por lo que su afectación es menor.
El Mandatario destacó que hay grandes oportunidades para minimizar el costo de los afectados por la eliminación de la pesca de arrastre. Insistió en que el Gobierno tiene que actuar en función del bien común, de las grandes mayorías y del medio ambiente.
«No hay política pública sin costo, sin que alguien se sienta afectado en algo; es imposible contentar a todo el mundo. Nosotros vamos a actuar en función de las grandes mayorías y del medio ambiente lo cual beneficia a los 14 millones de ecuatorianos», recalcó.