El asambleísta Francisco Ulloa presentó un proyecto de reformas a la Ley de defensa profesional del artista a través del cual se busca proteger las relaciones de trabajo de los artistas nacionales y extranjeros domiciliados en el país.
El legislador indicó que su propuesta está orientada a establecer el principio de igualdad de artistas nacionales y extranjeros residentes y un trato recíproco a los artistas extranjeros no domiciliados bajo el principio de reciprocidad internacional.
Con esta iniciativa se relaciona además la propuesta que actualmente analiza el Ministerio de Cultura del Ecuador en torno a la posibilidad de entregar pensiones vitalicias para los artistas nacionales que han cumplido cierta trayectoria a nivel artístico.
El Proyecto de Ley presentado por Ulloa da la posibilidad de que existan contratos verbales o escritos y si son escritos deben contener o presumir requisitos básicos, como los nombres, la actividad artística a desempeñar, el número de presentaciones, el monto de remuneración y la duración de contrato, dijo.
“La inobservancia o incumplimiento por parte del empresario, se sancionará con la suspensión del espectáculo, dispuesta por las autoridades competentes y/o del Ministerio de Relaciones Laborales, a pedido de la Fenarpe o de la respectiva asociación gremial provincial o de los artistas profesionales, sin perjuicio de la responsabilidad frente a los usuarios que resultaren afectados de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Defensa del Consumidor”, agrega el texto legislativo.
Asimismo, el articulado plantea que en los espectáculos con artistas extranjeros se protegerá al artista nacional, por ello se posibilita que los espectáculos respeten el derecho de los artistas nacionales. El cuerpo legal se establece el derecho a la seguridad social para los artistas profesionales, como una potestad del mismo, esto es: derecho a la afiliación voluntaria.
El asambleísta proponente aseguró que el texto determina la defensa profesional del artista como: la capacitación profesional como política de Estado a cargo del Ministerio de Cultura; la consagración de los derechos morales; el reconocimiento de la labor de los artistas que han cumplido 25 años o más al servicio de la cultura, a través de una pensión vitalicia que concedería el Presidente de la República, similar a los caos de los autores y compositores musicales o en los casos de los premios Eugenio Espejo y los casos de pensiones de deportistas.
Finalmente, precisó que en toda publicidad de espectáculos artísticos con artistas extranjeros, cualquiera sea el medio, deberá incluirse de manera destacada, la participación de los artistas nacionales.