La secretaría de Estado oficializó el reglamento para regular el acceso y disponibilidad de métodos anticonceptivos en el Sistema Nacional de Salud.
El documento fue publicado en el Registro Oficial de ayer 25 de marzo y su artículo 3 señala que el «Ministerio de Salud proveerá información, asesoría y entregará métodos anticonceptivos a través de sus establecimientos de salud, siendo obligación de estos garantizar el acceso a los mismos de forma gratuita y oportuna, incluyendo la anticoncepción oral de emergencia (pastilla del día después) a toda la población en general, en especial a adolescentes, jóvenes y mujeres que lo requieran».
El reglamento también señala que luego de la asesoría en métodos anticonceptivos, «no se requerirá de autorización de la pareja o de la familia» para su uso.
Su artículo 4 señala que todos los establecimientos de salud deberán estar aprovisionados con suficiente cantidad de métodos de anticoncepción y cita a seis: Anticoncepción oral simple y combinada; anticoncepción inyectable simple combinada; anticoncepción subdérmica, anticoncepción oral de emergencia, métodos temporales de barrera y métodos temporales intrauterinos.
Las unidades móviles también están obligadas a abastecerse de los mismos productos.
El documento hace énfasis en la asesoría, consejería, entrega de información y atención gratuita previa a la entrega de los métodos.
El artículo 8 detalla que los «profesionales de la salud, estarán capacitados para brindar información suficiente a mujeres y hombres que requieran la anticoncepción oral de emergencia, aclarando que este es un método de excepción que se usa a cualquier edad para prevenir un embarazo no planificado».
La ginecóloga Melba Torres Córdoba aplaudió este reglamento que constituye un paso adelante en la prevención de embarazos no deseados siempre y cuando vaya de la mano de una asesoría a la mujer sobre el uso de este método oral (La anticoncepción oral de emergencia debe tomarse antes de los 5 días).
Actualmente, la pastilla del día después se vende bajo receta médica.
La Iglesia Católica está en contra del uso de este método anticonceptivo por considerarla abortiva. No obstante, el anterior papa Benedicto XVI autorizó el año pasado el uso de esta pastilla en los hospitales católicos alemanes solo en mujeres víctimas de violación, a raíz de un escándalo de una joven que no fue atendida en dos clínicas de Colonia tras sufrir abusos sexuales.